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No río... sólo finjo

Tema en 'Prosa: Melancólicos' comenzado por Jose Anibal Ortiz Lozada, 17 de Diciembre de 2024. Respuestas: 0 | Visitas: 78

  1. Jose Anibal Ortiz Lozada

    Jose Anibal Ortiz Lozada Poeta adicto al portal

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    No río, sólo finjo. Porque reír sería como abrir una puerta demasiado grande, una puerta sin goznes, que chirría con dolor y se queda suspendida, absurda, en medio de un campo sin horizonte. No río, pero dejo caer la mueca precisa, un músculo que se contrae y relaja, el arte milimétrico de simular alegría, como quien deja caer un pétalo de papel sobre una llama esperando que no se consuma.

    Finjo porque el mundo exige el juego, un escenario de gestos donde la risa tiene que caber, encajar en la trama como una pausa que permita a los otros respirar. Pero la verdad es que la carcajada nunca nace, nunca toca los bordes ásperos de mi garganta; apenas es un eco mudo, un reflejo de la máscara que eligieron para mí, una quimera que se escapa entre los dientes apretados.

    Es fácil, casi mecánico: inclinas la cabeza apenas, los ojos brillan lo necesario, un sonido que parece salir de lo más hondo y en realidad es sólo aire. Un acto perfecto. Y allí están, aplaudiendo sin saberlo, como si no vieran la línea que tiembla, el pulso contenido entre la comisura y el borde del abismo.

    No río, sólo finjo, porque si río de verdad, ¿quién será capaz de sostenerme? ¿Quién verá en ese gesto la grieta, el laberinto que late debajo? No río porque las risas verdaderas asustan más que los silencios. Porque la risa, la verdadera, llega cuando nadie la espera, como un lobo que salta entre sombras y arranca de un mordisco todo lo que uno había pensado esconder.

    Entonces finjo. Finjo porque es seguro, porque es preciso. Porque en el fondo, todos fingimos algo para no desplomarnos como castillos de naipes. Fingimos risas, fingimos lágrimas, fingimos que hay un mañana que no duele tanto. Yo finjo. Tú finges. Y nos encontramos, de vez en cuando, en un rincón donde nadie se atreve a reír del todo.

    No río... pero tal vez, en otra vida, en otro cuerpo, me deje reír sin miedo a ser deshecho.
     
    #1

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