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No sin ti

Tema en 'Prosa: Melancólicos' comenzado por sulett, 19 de Diciembre de 2009. Respuestas: 1 | Visitas: 628

  1. sulett

    sulett Poeta recién llegado

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    19 de Diciembre de 2009
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    -Siempre estaré a tu lado –murmuró, exhalando su último suspiro.
    Él, aún incrédulo, la balanceó suavemente, en un intento de despertarle sin causarle daño alguno. Pero era en vano, se había ido. Aún no se creía lo que acababa de suceder. No, ella no podía haberse ido, era demasiado joven. Tal vez solo estaba sumida en un profundo sueño. Tal vez ella se equivocaba y este no era su fin. Tal vez el que soñaba era él, y nada de esto era real… ¿a quién pretendía engañar? La enfermedad con la que llevaban luchando esos últimos meses era tan real como la muerte que se había llevado a su amada.
    Caminaba hacia su casa, sin ánimos. Sin ella, ¿Qué motivo le quedaba para vivir? Pero debía ser fuerte, se lo prometió a ella. Sus ojos ya no derramaban lágrimas, pues ya se habían secado. Sus pies torpes caminaban por la acera sin mirar ni siquiera a su alrededor. Varias veces topó con gente, que protestaba y chillaba ensordecedoramente. Pero él no escuchaba, él no sentía. Estaba vacío. Era un cuerpo que caminaba, un cuerpo sin alma. Era un cuerpo y sólo un cuerpo. Su corazón, su alma, se habían ido con ella. Después de tantos meses de sufrimiento, luchando por que su amada viviese, sencillamente ella había muerto. El destino se la había arrebatado, y le había dejado sin nada.
    Cuando por fin llegó a su casa y abrió la puerta, quiso salir corriendo. La casa parecía tan vacía… Había estado mucho tiempo viviendo él solo, todo el tiempo que ella había permanecido en el hospital, pero ahora que sabía que se había ido definitivamente, entrar en aquella casa era una tortura. La soledad le asaltó en cuanto su pie derecho cruzó el umbral de la puerta. Se adentró en la vivienda poco a poco, con miedo, como si una trampa mortal lo aguardase. Y así era, en cierto modo. Cada paso que daba era un cuchillo que se clavaba bien hondo en su corazón. Un corazón que ahora sabía que permanecía en su pecho, causándole un dolor insoportable.
    Poco a poco logró llegar hasta el salón. Allí, abierto sobre la mesa, permanecía el álbum de fotos que había estado mirando antes de ir al hospital. Se acercó lentamente. Cada imagen de ella que veía le hacía más daño. Fue pasando las hojas lentamente, pues, ¿qué más dolor le podía ya causar esta vida? Deseaba con toda su alma que ella volviera, pero sabía que era imposible. Cuando llegó a la última página del álbum de fotos, las lágrimas que antes se habían secado, volvieron a brotar de sus ojos.
    La decisión estaba tomada. Era una decisión estúpida, tomada en lo más profundo de la desesperación. Pero aún así, nada ni nadie podrían quitarle ahora esa idea de la cabeza. Fue a la cocina lentamente, pero decidido. Empezó a dudar cuando se encontró delante del cajón. No, no había tiempo alguno para dudar. Necesitaba estar con ella de nuevo, como fuese. Abrió el cajón y cogió el cuchillo más grande que encontró. Se lo hundió en el pecho mientras una lágrima recorría su mejilla. Una lágrima de felicidad. Ahora, por fin, se reuniría con su amada.


    Por Sulett
     
    #1
  2. Aryaa

    Aryaa Poeta recién llegado

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    19 de Diciembre de 2009
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    Bonita historia, del tipo que me gustan :). Suerte de tener a alguien cercano que adore la literatura tanto como yo y con quien poder compartir ideas.

    Recuerda que tenemos varios proyectos que crear xD

    Besos...

    Por Aryaa
     
    #2

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