No todos son felinos.

" Relato surrealista loco"

Año del señor, del dos mil dieciséis y no sé cuántas lunas más, mejor diré del sexto mes del terror, se le presupone a un pirata cruel terrorífico y tramposo de malas artes como yo.
Que en sus viajes de rapiña, con sus aventuras a las islas tropicales escondiendo sus tesoros, maquinando más abordajes, asaltando murallas de pueblos costeros. "Ayy recuerdos" .
Pero lo cierto es que fui invadido en mi propia guarida, que resistió en sus mejores tiempos infinidad de asaltos que últimamente ya por la edad flaqueo, el corazón rudo y fuerte que fue se debilita.
Pensando y mascullando la forma de reforzar mis dominios, ¡pensé" adquirir un fiero felino!, que me ayudara a mantener a raya, tales invasiones, que ya llegan cada año más envalentonados y me parece a mí, en mayor cantidad, son los invasores de todos los años, por estas fechas, donde las siestas son de obligatoria prioridad, por el implacable Sol, que te obliga ser, un cuasi vampiro, caminando por las sombras debajo de un sombrero, y noches de insomnio por el calor agobiante y sus pesadillas normales de esa época, ¿será por eso que las estadísticas dicen que son las que mayores cifras de divorcios hay?. Yo lo tengo claro es que dormir abrazado a tu pareja en esas fechas es todo un sacrificio, con lo bueno que es dormir a pierna suelta dando vueltas y vueltas en la cama cuando se calienta el lado de tu colchón donde está durmiendo, das la vuelta y te pasas al otro lado fresquito, como lo digo es todo un sacrificio dormir solito aburrimiento total .
Ya de pequeño, cuando mis padre me llevaban de la mano a ver la casa palacio de un Noble rico, paró un momento, nunca entendí eso de Noble y rico, conozco pocos nobles que sean ricos y nobles, normalmente son tacaños y si miramos sus antepasados pues bueno me quedo callado, que yo también recibo mis trallazos. Pero ahh eran inteligentes ya los antiguos vi que en sus habitaciones habían dos camas,y si eras más ¿Noble? habitaciones separadas, jajaja que bien .
Sigo mi historia, estaba durmiendo, soñando en mis viajes de aventuras y hechos varoniles pasados, cuando fui despertado por el molesto invasor o invasora según se le vea, que tiene más vidas de las que se le atribuye al gato.
Esté por lo menos es compañero y huésped real, comensal habitual, pagado por mí. Por supuesto que fue un acuerdo visual alegremente acordado, detrás de un cristal de un centro comercial, yo le pregunte ¡oye mimo, si te llevo a casa tú responderás a tu naturaleza mil veces alabadas y contadas en historias y leyendas de lo hábiles que sois, para guardar una casa!.
El mirándome fijamente como solo sabe mirar los felinos, dijo miau, os aconsejó ir a mirar uno de esos pequeños felinos, detrás de esos cristales fríos, y ya me entenderéis cómo fue que caí en sus garras hipnóticas, están muy bien amaestrados para mirar a todos los transeúntes que pasan, pasen, pasen y comprueben esas miradas, te hacen sentir culpables de estar hay detrás de ese cristal.Haaa cristal transparente, pero bueno seguiré con mi relato. Como decía yo, di por hecho tal pacto, ha esa mirada y respuesta felina, dirigiéndome a su ama, vestida de blanco más blancas no eran sus intenciones, sino deshacerse del felino, cosa que yo por supuesto no sabía, seria por la falta de sueño de estos días de calor, donde tu cerebro está en un estado débil y tu olfato de zorro atrofiado por los golpes de calor, uno sale a esos centros comerciales para estar fresquito y ahorrarse la cuenta de la luz, qué engañados que estamos nada más entramos a esos templos del desplume, caemos en miles de tentaciones, son más Zorros y marrulleros que yo, lo reconozco.
Como decía me miró fijamente y me dijo MIAUUU, yo por supuesto di por hecho la seriedad del acuerdo felino, me dirijo, a la hermosa mujer, con su bata blanca, por ahí empezó a fallar mis defensas naturales, le digo, te compro este felino feroz cuantos cuartos debo pagar después de una ardua negociación en un apretón de manos y mirándome a los ojos,quede desplumado, Haa maldita belleza en fin, quedó acordado el valor ,no sin antes decirme, lo inteligente astuto y sanguinario que era, ese gato, pensé igual que yo, este es el que necesito, para mis propósito. Como bien adiestrada y habilidosa, marrullera vendedoras que son, en esos centros comerciales, fui asaltado en mi buena fe, diciéndome la vendedora.
Que para llevar a éxito mis viles propósitos tendría que comprarle unos artículos imprescindibles para que el fiero felino llevará a buen puerto su menester la defensa del entorno de mi tesoro y persona.
Yo por supuesto que muy alegremente acepte, viendo reducido mi bolsa peligrosamente hasta que decidí parar a la vendedora, haa belleza, pues ya no me cabía más en mis manos. ¡Creo que fui taimado! Yo ya iba de vuelta a mi guarida, pensando en el fiel guardián que llevaba que aplastará, arañará y mordería a cualquier intruso que osara entrar en mis dominios, llegando a mi guarida lo acomode como a un sultán, por mis dientes falsos que así fue, con dieta incluida, que según el vendedor le daría más fiereza a mi fiero felino.
Abriendo una lata y depositandola, en un recipiente que brilla como la plata, invitándolo a comer, come, come y crece rápido para hacer tu trabajo y cumplir con el contrato. Después de unos meses donde me llamaron para el seguimiento de mi fiero felino, cada vez que iba, regresaba con mi bolsa temblando, al paso que sigue no abra tesoro que proteger me decía yo, a mí mismo, cada vez que sonaba el teléfono miraba con recelo el número, como yo, ya hacía con mi archienemigo, la temible hacienda y con sus amenazantes cartas, diciéndome el día 14 de tal mes vence, “¿cómo si yo aun no he sido derrotado", ni vencido?, y eso de decir que somos todos hacienda.
No cada cual por su lado, que yo soy pirata de buena ley, a carta cabal y mis iguales me mirarían muy de soslayado, sí pisó los dominios de la tal hacienda, pero no se lo digáis a nadie es mi secreto, yo os lo contaré. Voy a escondidas religiosamente el día 14, por las temibles amenazas, pero en la taberna de abajo hablo pestes de ellos, y lo habilidoso que soy sorteando a sus secuaces de verde y otros colores para confundir al paisano desprevenido, que paran en cualquier carretera, esto lo digo con una jarra de cerveza de más, una vez que ya estoy envalentonado "hiip, hiip, hoop" .Pues empiezo a contar esta historia de derrota infligida, en mi persona y honor, de pirata de la siguiente forma.

Son las cuatro y cuarenta de la madrugada, me despierto sudando y espere, seguiré relatando esta aventura en cuanto me mida torticeramente, contra el invasor.
Por mil demonios, pero primero arreglaré cuentas con mi supuesto felino guardián y protector, estoy escribiéndole una hoja de reclamos, por sus servicios incumplidos, una afrenta a mi tesoro, ganado, en mil batallas, pues soy pirata de tierras cercanas, terrible son mis venganzas, dicen los que me conocen, yo como mandan los cánones del piratismo marino, tengo mi parche en el ojo derecho, será que soy un poco izquierdoso, que hay que estar en contexto de las letras, pero como buen pirata que soy, según sople el viento de poniente o de oriente, cambio el parche para el otro ojo, y asunto arreglado entre los piratas vecinos. ¡Unos más que otros!.

Pero no hablemos de mi el otrora pirata valiente, mancillado en sus propias carnes, por el invasor o invasoras, que todavía no he podido averiguar, sino del rufián ruin, gordinflón cobarde gatito, que no gato felino, que es mucho para este gatito incumplidor, de lo que en su día pactamos a buena ley.

PD: Si queréis saber más decirlo, para poner a funcionar el coco con esta surrealista historia.