No, woman no cry - Homenaje a Marley 30 años después

"No, Woman no cry" a Marley, 30 años después
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Cuando el taxista miró por el retrovisor para preguntarle en donde quería que parara, estaban dando la noticia en la radio : era el aniversario de la muerte de Bob Marley (¡treinta años ya!) y ponían "Woman no cry" en homenaje al rastafari. Al escuchar la canción se emocionó como era costumbre cada vez que la oía. Marley no le entusiasmaba especialmente, pero esa canción sí.

En vez de decirle donde debía parar, casi sin querer le ordenó :

- Dé una vuelta más a la manzana, ya le avisaré, y suba un poco el volumen de la radio, por favor.

El taxista lo miró con cierto tono de complicidad y obedeció su solicitud. El poder evocador de esa música era portentoso; se vió treinta años atrás de marcha, un viernes noche de canícula, en aquel desvencijado coche que compró de segunda ó tercera mano, en la explanada que les servía de atalaya desde donde divisaban el paisaje de las luces multicolores de la ciudad. A ella le gustaba tanto ir a ese solitario lugar...; Siempre le pedía que pusiese la cinta de Marley. Mientras él iba liando parsimoniosamente la yerba, ella se desnudaba sensualmente a su lado.

- Señor, ¿Me dice donde quiere que me detenga?

Se quedó aturdido; estaba tan absorto en los recuerdos que ni siquiera se dio cuenta de que ya no sonaba Marley.

-¡OH, lo siento, por aquí mismo-, le dijo un poco azorado; evidentemente el taxista sabía el motivo por el que había alargado el recorrido, por eso le dijo al salir

-¡No se preocupe!, a mi Bob Marley me trae también muchos recuerdos.

Le sorprendió que dijera eso porque el conductor parecía bastante más joven que él; luego pensó que esa voz y el sentimiento y ritmo que transmite el reggae no solo traspasa países y fronteras sino el espacio y el tiempo.

Le abonó la carrera y salió a la oscuridad de la calle perdiéndose en ella mientras el taxista se alejaba en busca de otro cliente. Ambos llevaban rutas bien diferentes pero tarareaban la misma canción.