Nobles apellidos.

Allí estaba mi amada, cocinando gazpacho andaluz.
Su pensamiento alborotado se movía a la velocidad de la luz.
Era tan inteligente que decidí obsequiarle con un premio Nóbel de Física.
Sin ser autoridad sueca, ni profesor universitario, ni genio científico.


La brisa del Mar entró por nuestra ventana y azotó las cortinas.


Cangüermolen de Luciérnaguen eran sus nobles apellidos.
Rita-Fidelskaia, ¡ Los preliminares !
Nos besamos y se puso a llover a mares, afuera, ¡ Carámbanos ! Truenos y relámpagos.
Rayos y centellas. Nos resguardamos y nos escondimos.





En breve, quedó encinta. Porque la conocí en sentido bíblico.


Parió, a los nueve meses, otros Granchunguen Yomdavidovich y Cangüermolen de Luciérnaguen...
Le pusimos, a la primera, Sofonisba-Volkswagen Granchunguen Cangüermolen.
Condesa de Munchaussen y baronesa de Telkomarischon.
¡ Qué bonita era nuestra cría ! Aquel cachorro humano.


Amamantado por los prodigiosos pechos de mi dulce Rita.

 

jjjjjjjjj muy bueno jjjjj

 

Mazazo a las altas y circumbirumbicas alcurnias. Saludos cordiales para ti Nommo.

 

Genialidad estimado Nommo que me ha sacado risas!!! Una hermosa familia eh!
Encantada al leer tus letras
Un abrazo hasta tu espacio
Camelia

 

¡ Gracias, compañeros !
Yo soy Nommo Granchunguen Yomdavidovich, marqués de Neanderthal y duque de Cro-Magnon.

 

Interesante escrito que atrapa mi atención, buenísimo amigo.
Saludos.

 

Gracias, Yanco. Hay cosas que nunca cambian. A veces, no es preciso seguir evolucionando. Por eso, la nobleza es el No-Va-Más.

 

Muy bueno y entretenido poema poeta nommo, jejeje y la familia se hizo más grande. Me gusto mucho.

Saludos Cordiales

Fenixx36

 

Gracias, compañero.
Más vale pobre y fuerte, que rico y débil, según decía el rey Salomón.
Este poema es pobre, en cuanto a ingenio.
Pero se siente fuerte.


Porque nos cuenta algo muy atrevido, acerca de los seres que más admiramos.