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Nobody´s home

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por rebecca zuñiga, 9 de Junio de 2006. Respuestas: 0 | Visitas: 862

  1. rebecca zuñiga

    rebecca zuñiga Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    6 de Junio de 2006
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    Te dejaste de parecer a mis pasados, probaste ser diferente y no tener miedo en los ojos. Nada te ataba al mundo ni nada te hacía salir de él. Escurriste la vida como dentro de un silencio y le recorriste el rimel a los ángeles que se quedaron a velar tu sueño cuando nadie le dejó aire al silencio.
    Las aguas se secaron y los relámpagos se colaron entre tus espejos. Ya no hay más que lluvia de mi lado y espadas de colores en los balcones de tus soldados. Aprendí a servirme de mis labios para resucitar a mis muertos, cristalicé los amaneceres y recree las pasiones que me regalaban los santos y los duendes de mis brazos.
    Los cautiverios se desataron y en ocasiones coleccioné tanques de vida para que no te me murieras en los brazos. Cerré las persianas y despedacé las brujas que en más de una ocasión arrebataron tus anhelos. Reconstruí pedazos de nada y fabriqué estrellas a partir de tus sonrisas. No hay nada que no hayas memorizado de mis poemas ni de mis augurios.
    Cuando te fuiste descubrí que nadie dormía en mi casa, que mi mansión nunca había sido un hogar, que nunca nadie lo había hecho sentir así. Encontré que todo estaba sucio y que no habían palomas en mis habitaciones, que no entraba la luz, que las pasiones no se habían quedado a vivir, que no había alimento, que los enanos se habían muerto, que los demonios se habían reído de nosotros y que los ángeles se habían quedado sin alas.
    En minutos creí que me iría con el mal tiempo, pero luego supe que eran mis manos más débiles de lo que creía, las angustias me recorrieron el cuerpo y los instantes en los que dormía se me fueron acortando.
    En ocasiones no sé decir lo que tengo en el alma, lo que se amontona en el alba por la mañana y que en la noche deja de tener el color que le diste porque yo se lo borré.
    Intentó concentrarme, escribir algunas cosas que carecen de sentido y memorizar los instantes en los que soy lo que soy cuando no estoy, pero me doy cuenta de los instantes perdidos de mis renuevos y los recuerdos perdidos se me mueren en las bocanadas de aire que doy. Descubrí que me serías eterno desde el momento en que le conté a mis hadas acerca del color de tu cabello y de los lugares exactos de tus lunares.
    Hay habitaciones que se quedaron sin luz desde que no estás, hay lugares a los que ya no voy porque se parecen a tu piel, hay melodías que borré porque me recuerdan a tu voz y a los momentos de locura que mis manos tomaban las tuyas y hacían paisajes con la luz de las lámparas. ¡Cuánto de este coro de lágrimas daría por recobrarte!
    El silencio me deja sin nada que decir, y en más de una ocasión estoy segura que tu voz me atrae a tu sueño y empiezo a reconocer tiempos en los que no éramos más que tu y yo construyendo y destruyendo armaduras de soldados.
    Alucinó con los silbidos de tu alma y me sé de memoria tus fracasos y tus historias. Sé que te da miedo el sentirme muy cerca, que te atemoriza el no saber qué va a pasar contigo mañana, que te da pánico saberme eterna en tu vida y entender que voy a ser inmortal y comprender que vamos a ser imperecederos...
    A veces creo que me esfuerzo demasiado por hacer las cosas bien que al final las hago mal... en ocasiones he comprendido que tienen razón en hacerme llorar y hacerme caer, porque he aprendido a ser fuerte y a verme reflejada en otros espejos que no sean los míos. Eres mi dulce miseria.
    Aprendiste a ver belleza en mí que nadie logró ver, que nadie intentó reconocer. Te ingeniaste una manera de llegarme al alma y curar el pasado y hacerme sentir cómoda en mi piel. Aprendí a querer cuando creí que el amor no existía y que mi alma no era más que un capricho de la madrugada. Fuiste el mejor regalo que he recibido para un tiempo en el que los malos momentos se me ajustaban en la cabeza. Hiciste desaparecer viejos vicios: quitaste el humo de mis pulmones, dejaste que las botellas se quebraran, te las ingeniaste para hacer que mi respiración se pareciera a la tuya y desquebrajaste las dudas que se me metían en la esperanza y que me hacían arder la espalda.
     
    #1

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