Noche de Reyes

No quieras ver, mi niño,
a los Tres Reyes
porque te pones grande
de repente;
que te baste saber cuánto te quieren
y te recuerdan siempre
que vienen.
Guárdales el tesoro
de tu obediencia,
el candor de tu risa
y tu inocencia.
Así, de esa manera
te traerán
muchas cosas bonitas
para jugar.

Busca en tu zapatito
con gran contento.
¡Para crecer, mi niño,
siempre hay tiempo!

 

Es un bonito poema, el niño no debería perder tan rápido su inocencia, mas en estos tiempos es difícil que sea así, desean ser grandes antes de tiempo. Un gusto sincero leerle.

Saludos de estrellas.

 

Gracias amigo por inaugurar los comentarios en este texto. Un abrazo afectuoso. Feliz año.

 

Tanta verdad en tu bella poesía, perder la inocencia no solamente en esto de los reyes sino en la vida, aún de adulto es demasiado frustrante.
Hermosa poesía. La he disfurtado.

Saludos.

 

¡Precioso!
Dulcemente tierno el mensaje que lleva, me encantó.
Un placer visitar tus letras.
Estrellas y besos

 

Hola Cipres, gracias por pasar a leerme.

 

inspirador y hermoso, pero tiene un detalle "el tesoro de tu obediencia", lo siento pero en mi opinion el ser obediente es un ser debil, que solo sirve para seguir a los lideres de gandes mentes cradoras y revolucionarias- Asi que la obediencia no es algo que merezca un premio.

 

Hola, esa inocenca infantil, esa megia de la llegada de los Reyes Magos, debomos de dejar que solo se pierda el hechizo, algún día los pqueños descubren este secreto. Saludos

¡SONRIE!

 

Gracias, por pasar a leerme. Un abrazo.

 

Querida Romina... para una madre que está enviando a su hijo a dormir, su obediencia es realmente un tesoro. A la edad de creer en los Reyes Magos,
no se piensa en que el pequeño seguirá a un líder revolucionario, se piensa en que por favor se acueste porque queremos descansar. Te aseguro que en ese momento de la noche, más que un premio merece un niño "obediente".
Respeto mucho tu opinión. Gracias por pasar.

 

Así es amiga. Todo a su tiempo. Gracias por pasar.

 

Para crecer siempre hay tiempo y ¡es tan corta la edad de la inocencia!. Un poema muy dulce y tierno. Besos.

 

Gracias querida Lore por pasar a leerme. Un beso.