Noche sobre noche, y noche sobre noche

"Estas son dos historias de amor. El cuentista de la poetiza y el poeta de la cuentista.

Unidos por la muerte, que de la vida el primer trazo traza
Como sol y luna, como noche y día
Como signos opuestos de horóscopo de civilización akadía
Qué vió la oscura noche del día gris?
Qué vió el luminoso sol de la luminosa luna?
La noche, iluminada por las estrellas y
El día gris por las grises nubes,
Que detrás de ellas, de día, el sol se escondía.
¡Oh, luminoso sol! y ¡Oh, luminosa luna!
Que alumbran los póstumos caminos que penumbran
Los amores desconocidos que bajo danza de hadas se juntan
-¡No! No cuenten las estrellas, mis amores, que aunque ellas se aman, luego de una éfimera eternidad una a una se apagan-
¡Oh, santos y demonios! Nos apagaremos como estrella de obscuro océano
Pero qué importa? Qué nos importa a nosotros?
Que ya hemos alcanzado la blanca y fría eternidad
Que como alpinistas pasionales la hemos escalado y ahora,
aquí vivimos, disfrutando a cada hora,
en esta casita de nieve que nos hemos construido.
Hace frío, mucho frío... pero de nuestros corazones hemos extraído el sacro fuego, algo de ello,
para formar una pequeña fogatita y calentarnos como vil destello.
Ahora y aquí estamos. Recordando a besos y caricias,
cuando él se suicidó.
Qué triste my lord.
No te lleves tú, toda la tristeza y déjame un poquito a mí.
Ahora y aquí vamos. A recordar y recordando,
bajo caricias y besos, cuando yo me suicidé.
Tú estabas vivo, mi amor, mas no lo estabas por dentro,
Sin embargo yo, mi amor, estaba muerta, mas no lo estaba por dentro.
Pero ya nada importa, porque ahora y aquí, y aquí y ahora,
Nosotros dos estamos, estaremos y estamos,
Para volver a estar.

Nuestro amor aún no nació
Y aún tal vez nunca nazca.
Pero de todos modos aquí estamos,
Aquí nos encontramos.
En este bosque de vientos e invierno de árboles
Bajo la estación del segundo, aquella estación perdida entre el otoño y el invierno
Hace frío y los rayos penetran el aire
Hace calor cuando el frío se va a dormir
Nuestros llamas se encuentran eclipsadas
El rojo baila
El amarillo baila
El naranja baila
Tal vez por ellos se encuentran vislumbradas
Llamas, ardientes llamas,
Que por el azul que se ha marchado se encuentran deslumbradas
Por ese azul que se fué y no vendrá
Por tiempos y por tiempos: jamás.
-¡Qué será de mí! perdido entre infiernos paradisíacos,
y ¡qué será de ella! caminando en el patio de las musas de Zéus-
Sólo los saberes deidícticos lo sabrán..., tal vez lo sepan
Si es que ninguno de nosotros, por su parte, se eleva hacia lo desconocido...
Hacia la corona del misterio y la cima de lo negro y ya vivido
Jugando con los tiempos que vuelven y se van, que vienen y se han ido
Es posible elevarse por sobre los dioses?
Escapar, huir de la tranquilidad hacia el peligro?
Alejarse del amor?
Y con una mirada, sembrarle temor al odio?
Duditativa lluvia nos moja, nos humedece y nos ofrece
Probabilidades y posibilidades
Nos embellece así como ella a las flores embellece
Nos perla de esperanza, poder y templanza.
Y mientras nos alejamos y nos alejamos
En este mar abstraco muy lejano y cercano
De vez en cuando nos saludamos.
El tiempo llora de dolor.
Desde la lágrima de los dioses -¡Santo Génesis!-
Hasta ahora -¡Desgraciado Final!-
¡Al averno todo! y
¡Al averno el mismo averno!
Nos encontraremos lejos, más allá de los círculos del inferno;
Pero luego de todo, de todo y de más todo,
Entre tal veces y tal veces nos encontremos
y así armemos
El puzzle que de aquel amor nos debemos.
De aquel amor del que nos escapamos y aún no vemos.

Y si no es amor,
sólo tomaremos un café
y jugaremos al ajedréz.

»Estas dos historias se saludaron sólo una vez, un frío día de invierno. Luego, se marcharon. Nada más se supo de Ellos, ni de Ello.



[el 16 julio 2010]

 

Nýcolas:
Ahhh.. me encantó.
Gracias por compartirlo. Abrazos y besos desde acá ♥

 

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