Nostalgia -Dueto-

Nostalgia
-Dueto-​

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Miles de gotas de lluvia acida caen
y mi emoción no haya calma.
¡Estoy a punto de explotar!
Debo mi alma liberar…
¡Salvaje emoción, que quiere bajo fuego andar!

Lluvia que hace a mi mente recordar,
aquel amargo anhelo que llevo con pesar…
Un sentimiento que no pudo ser,
pues de mi corazón tuve que hacer desaparecer:

Todo aquello que pude brindar una vez…

Mas secuestro un amanecer,
y lo cuelgo en el umbral de un atardecer.
Espero con ansias de nuevo el amanecer,
para apaciguar las brasas
que quedaron ayer,
mientras, hacía de tu manto
humos-mensajes para hacer fallecer:

Viejos recuerdos que instan de alguna vez.

Recuerdos vagos que viajan en mi mente…
¡Susurrando cosas que solo yo entenderé!
Pues aquellos recuerdos, de lo que pude haber tenido,
pero que por temor tuve que dar como perdidos…
Hasta que hoy tuve el valor de decir:

"Fui yo él que me equivoque"

Pero mis penas arrastre…
¡Un castigo tuve que merecer!
Ahora debo sacarlo,
debo exprimir todo mal que invoqué.
¿Debo hacer tertulia acaso?
Aquelarre de mis fracasos,
oculto para mis futuros pasos.
El futuro a mis manos pondré…
Un error debo cometer,
para un vida de nuevo componer;
la lección aprender…
¡Y al sol de tus ojos vender!
Para ver sin estar ciego,
y acompasar este movimiento.

El precio de mi castigo amargo tuvo que ser…
Pues al alejarte de mi lado todo se hizo al revés,
los días se hicieron noches,
y la primavera en un frio invernal se torno.
Y en el candor de la noche tu sombra retorna,
para atormentarme el alma que grita tú nombre,
nombre que en mi lengua queda grabado con fuego,
¡Cual braza incandescente que jamás se extingue!

Cual rosa que deprime y se torna roja…
Cual reino mi alma no estime…
Mi corazón gime,
justo cuando entre telas te vistes,
sólo ambas miradas que el cielo reprime…
Acaba con un par de palabras.
Y haz de la llama un incendio,
una esfinge de ramas.
Árbol que carece de vida
y apetece servirse de otras,
tierra que ya no tiene mimbres…
Ella sola se amarga con las lágrimas,
que arroja esta rama,
rama de mis pestañas…
Que no cubre, la iris que emana estaño
que suelda miles de trazos;
versos que surgieron cuando nos tornamos
esclavos de nuestros pecados.​

Vlad Kanon y A.M.R.G.​