Nostálgica navidad

" Nostálgica Navidad "


Suenan distantes,
ecos vienen y van
durante toda la mañana
propagando tonadillas.

No le cuesta reconocerlos,
son villancicos de navidad.

Escucha atento,
melancólico,
evocando días felices
que parecen tan lejanos.

Añora a los niños,
se siente abandonado.

Ninguno lo visita,
ni habla,
ni ríe,
ni juega,
ya no comparten
nada con él.

Sabe que así pasará
todas las vacaciones,
pero no se acostumbra.

En el colegio,
el patio
está muy triste...

... y espera ansioso
que finalice la navidad
para que todo vuelva
a ser como antes.








​

 

No había pensado en lo solo que debe sentirse ese patio durante la navidad; pero tiene muchos meses para quitarse esa nostalgia. Saludos para ti Javier.

 

Es que el pobre tiene su corazoncito y, además, es muy sensible. Sin los niños se encuentra desolado, no termina de asimilar su ausencia... los días se le hacen interminables.
Gracias por pasarte y comentar, Sergio.
Saludos cordiales y feliz 2017
Javier

 

El patio del colegio, con todos sus recovecos repletos de vivencias íntimas,
era como un buen amigo en el que podías confiar
liberándote de la tensión de las clases y de profesores extremadamente.... ¿"temperamentales"?
Así, que como reza esa canción.... "Como no te voy a querer, como no te voy a querer.... "
Saludos cordiales, Lubyabsenta... y muchas gracias.
Javier

 

Me gusta cuando quien escribe sabe dar entidad a aquellos protagonistas silenciosos que adquieren justamente alma.
Un patio en este caso, deja de ser un sitio para convertirse a través de tus palabras en un ser capaz de percibir la ausencia de los niños que no están. Creo que todo está impregnado de sentimientos, que todo lo que nos rodea puede sentir.
Muy bello, me agradó regresar a tu biblioteca que honra este sector de la casa.
Un abrazo.

 

De nuevo encuentro un comentario tuyo sin responder, Luzyabsenta, qué maleducado soy.
Te pido disculpas y te doy las gracias con carácter retroactivo.
Un abrazo.
Javier

 

Yo también creo que todo lo que nos rodea puede sentir. Cuántas veces me veo dando las gracias al coche, a mi teclado, a la cocina, etc.... es mi manera de sentir. Ahora, eso sí, procuro hacerlo cuando estoy solo.... que tampoco quiero que me encierren.
En este caso, como dije en un comentario anterior.....

".... con todos sus recovecos repletos de vivencias íntimas,
era como un buen amigo en el que podías confiar
liberándote de la tensión de las clases y de profesores extremadamente.... ¿"temperamentales"?"

.... el patio fue un excelente amigo.

Tu comentario no puede ser más reconfortante y alentador, Cecy, muchísimas gracias.
Un emocionado abrazo.
Javier.

 

¡Qué palabras tan sabias!, Lubyabsenta.... gracias de nuevo.
Saludos, admirados saludos.
Javier

 

Tus letras demuestran que tu mirar es con el corazón, y lo que dice tu poema es tan cierto Javier. Yo era maestra jardinera y en los veranos iba un par de días a la semana para preparar la sala para el siguiente año lectivo. Es como tu dices se podía percibir la tristeza en el patio y en los salones vacíos.
Es un bellísimo poema, letras que llegan al alma. Recibe un gran abrazo de esta maestra que extraña infinitamente al jardín y a sus niños.

 

Aunque suene un poco extraño, de niño yo amaba cada rincón del patio, siempre fue un leal y reconfortante amigo en tiempos donde algunos profesores se extralimitaban bastante y daban mucho miedo. Cada lunes, la vuelta al colegio se me hacía insufrible y el único rayo de luz, por así decirlo, era él.
Estoy seguro de que tú nunca fuiste de ese tipo de maestros, no hay más que leerte para saberlo.
Muchísimas gracias por tan bello comentario, Laly.... pero, ¿dónde has dejado las sonrisas?.... jajajaja
No te apures, que es broma, ya la has dibujado en mi rostro y con sumo placer te la devuelvo con un sonriente abrazo.
Javier