Nuestra casa

Esta historia comienza con un cambio de vida. Un cambio radical. No voy a dar detalles acerca de por qué vendí mi antigua casa y por qué quise comprarme otra en una ciudad totalmente distinta y alejada del que solía ser mi mundo.
Sí puedo hablar de esta convivencia que llevo al lado de Roque, del aroma delicioso de su comida. De ese pan dulce que sus manos amasaron para mí. De nuestra morada que antes fue suya, a la que dejó por un tiempo y que regresó de nuevo a él a través de un entramado de situaciones que me incluyen y que merecen ser relatadas.
Recuerdo ese día caluroso de diciembre, recuerdo el sol implacable del mediodía y recuerdo a Carmela y a Nicolás.
Ellos, después de presentarse amablemente diciéndome sus nombres y estrechando mi mano, me abrieron la puerta para enseñarme este hogar que ahora disfruto.
Me mostraron cada habitación, cada espacio, con esa cordialidad y persuasión tan característica de quienes necesitan lograr una venta, aunque para serles franca, los noté demasiado sinceros, demasiado cercanos, como si más allá del dinero que sería producto de la transacción y las correspondientes comisiones, hubieran tenido otros motivos para lograr que me gustara el lugar.
Creo que gran parte de la fascinación que fui sintiendo durante el recorrido, fue obra de ellos. Sus voces, su dinamismo, algo especial que tuvo una explicación algún tiempo después.
Cuando terminamos el pequeño tour, se despidieron de mí escuchándome decirles que lo pensaría, que tendría que ver otras opciones, aunque la casa literalmente me enamoró.
Ya se habían perdido por la callecita arbolada y desierta del barrio, cuando se acercaron a mí, Roque, mi Roque, y Rosalía, que después supe que era su hermana. Yo había hablado con la gente de la inmobiliaria y habíamos acordado que los miembros de la familia que vendía la propiedad iban a mostrarme las dependencias, por lo que me sorprendí cuando los vi dispuestos a volver a enseñarme la casa.
Accedí por cortesía, pero les aclaré que ya otras dos personas me habían facilitado un recorrido por las habitaciones.
Roque y Rosalía me explicaron que era muy probable que empleados de la inmobiliaria se les hubieran adelantado, pero de todos modos volvimos a entrar a un segundo paseo por los espacios, que esa vez tuvo un poco más de técnico y mucho, muchísimo más de espíritu emotivo.
La casa era muy grande, antigua, bastante costosa de mantener, y se notaba que la mejor opción era venderla, aunque los hermanos estuvieran llenos de esos sentimientos encontrados de necesidad y de nostalgia.
Roque y yo hicimos conexión desde ese paseo, después nos vimos varias veces por la cuestión de los trámites, y él comenzó a visitarme y a contarme anécdotas de su infancia entre esas paredes que ahora eran mías. Me ayudó con la mudanza, supervisó algunas reformas y arreglos, vivió todo ese proceso conmigo, tal vez porque en el fondo se resistía a soltar y yo comprendía bien su situación, además de que me parecía un encanto de ojos vivaces y su charla era tan interesante y fluida, que un día no fue ninguna sorpresa que me besara y que nunca más se separara de mí.
Pero antes de eso, antes de que me quedara en su vida para siempre, supe que Rosalía no era su única hermana. Me mostró fotos, muchas fotos familiares, y entre ellas aparecieron Carmela y Nicolás, y antes de que pudiera decirle que ya los conocía, Roque, con sus ojos vivaces anegados de lágrimas, se me adelantó.

“Son mi hermano Nicolás y mamá, fallecieron en un accidente hace cinco años. Iban en el mismo auto cuando un loco se cruzó de carril. Papá se fue hace diez. Rosalía y yo nos quedamos muy solos. Esta casa nos traía dolor hasta que apareciste…”

Y Roque me abrazó como abraza un niño desolado, y yo me quedé inmóvil, impresionada, sin ser capaz de contarle que los había visto, y que incluso había hablado con ellos.
Hasta hoy no me atrevo a decirle. Existen experiencias que son difíciles de expresar y más difíciles de creer. Puede que un día encuentre el valor para sentarme frente a Roque y sincerarme.
En este presente me dedico a amarlo, a disfrutarlo, a honrar la casa comprendiendo que tenemos espíritus guías que nos cuidan y que ayudaron a que estemos juntos.
Y aunque jamás volví a ver a Carmela y a Nicolás, a veces me sonríen en sueños y me hacen saber que están felices y que la muerte es solo una ilusión, otro de los grandes engaños de este mundo.
Sé que todos estamos bien, aunque en diferentes moradas.
Tener esa certeza es más que suficiente.

...........................................

 

Amo tus ficciones fluidas y esa manera tan...tan de llevarnos a tus lugares y cada año que pasa parece que te sale mejor, dear.
Que linda historia y que buena esperanza para los que se quedan y los que se fueron.

Kiss en tu sweet hand y aunque acá me exprese más limitado es que estos "asuntos de buenas letras" es mejor hablarlos por otro medio.
Y me hace "felí" que publiques!

 

Caro amico, de tu comentario me conmueve que hayas usado la palabra ficciones, que entiendas que a pesar del relato en primera persona, esto es un cuentito. Estuvo deambulando por mi ocupada cabeza estos últimos días, hasta que me pude sentar a darle forma. Sabés cuánto me gusta relatar en primera persona y sabés también los riesgos que eso conlleva. Pero a los miedos hay que enfrentarlos, tengo cierto buen amigo, residente (según él) en Londres. que me lo dice siempre
Los que perdimos tantos seres amados queremos creer que están en un lugar donde ya no sufren. Esa certeza la quise para estos dos hermanos Roque y Rosalía.
Gracias por acompañarme, en el fondo mis historias son para pocas miradas que son las que me hacen bien.
Abrazo infinito con el cuore amplio y todo mi cariño.

 

Es un relato magnífico. Me gusta mucho ese toque de misterio, con esos seres de ultramundo que siguen cuidando de aquellos a quienes quieren. La figura de Roque se vuelve entrañable, es la imagen de alguien que despierta cariño, ese ser que logra conquistar el amor de nuestra protagonista y que lleva el camino de hacerla feliz. Tienes una prosa fantástica, muy personal, un modo de escribir que te define y es una auténtica delicia moverse entre tus líneas. Te envío junto con mi rendida admiración un gran abrazo de amigo y lector.

 

Amigo, el género fantástico/misterioso, es el que más me gusta cultivar en las prosas y este cuento comenzó a gestarse semanas atrás, pero por diversas ocupaciones lo fui postergando hasta que al fin obtuvo su forma y lo publiqué.
Creo que Roque es como un niño grande sin mamá, sin papá, sin hermano, sé lo que se siente, quizás por eso puedo darle parte de mi ser que sabe mucho de ausencias. Quiero creer que los que se fueron en realidad están en un lugar en el que ya son libres de toda la densidad de dolor que existe en este plano. Las ficciones permiten espejar vivencias y deseos de muchos.
Me alegra que te haya gustado y que hayas dedicado un pedacito de tu día a leer estas líneas que son más felices sabiendo que van a contar con tus ojos buenos. Escribir acá tiene más sentido cuando nos leen aquellos que queremos y valoramos.
Un gran abrazo lleno de gracias y mi cariño.

 

Yo tengo la seguridad de que quienes se fueron, están en un sitio mejor donde nos esperan, desde el que nos cuidan y nos demuestran su amor. Sé que aquellos a quienes quisimos y aún queremos aunque ahora no estén, velan por nosotros y sienten nuestro amor.
Un abrazo sincero.

 

Muchas gracias, amigo por la doble visita y tus palabras que animan tanto.
Otro abrazo grande.

 

Es una historia hermosa de principio a fin Cecy. Soy de las que cree que nadie se va definitivamente, que están quizás en otro plano cuidándonos esperándonos hasta que no reunamos nuevamente.
Tu historia tiene todos los condimentos necesarios para cautivar a los que te leemos. Siempre es un placer leer tus fascinantes historias amiga.
Un enorme abrazo con muchas sonrisas.

 

Muchas gracias, amiga, me alegra que te haya gustado la historia. Te digo la pura verdad, siempre fui más feliz escribiendo cuentos. La poesía llegó a mi vida bastante después. La amo, pero llegó más tardecito.
En un sitio web que hoy ya no está más, publiqué novelas de todos los géneros que imagines por más de diez años, cuentos, también fanfictions, bueno, de todo. Era un público netamente de prosa, un público muy amplio y muy lleno de amor. Extraño esos días, y acá trato de recrear esa atmósfera aún sabiendo que el ámbito de prosas de MP es para poquitos y realmente vienen los amigos a leernos en líneas largas. Por eso te agradezco tanto este comentario tan sensible y todas las otras buenas palabras que siempre tenés para mí.
Es lindo saber que del lado de las prosas van a llegar personas que quiero y respeto.
Un abrazo con muuuuchas sonrisas y cariño

 

qué belleza. De pronto pensé en mis ganas de ser un ermitaño viviendo al mundo desde mi mundo. Con este principio en tus letras.

En contraste con lo que significa un lugar y sus raíces.

Me encanta leerte poeta...tu forma de escribir enriquece .

saludos.

 

Muchas gracias por el video
Me alegra que te haya gustado el relato. Aunque aquí los compañeros leen poco en prosas, cada tanto me gusta colgar alguna. Me siento más libre que escribiendo en modo poesía.
Vos deberías escribir una prosa extensa, creo que te sobra capacidad y talento, y en ella volcar la visión del mundo que más te guste.
Y el día que lo hagas no dejes de avisarme por si se me pierde en este portal tan inmenso.
Nuevamente gracias por tu tiempo de lectura y que tengas una semana muy feliz.

 

Ayyyy Cecy, me ha enamorado el alma la lectura de estas sensitivas, memorables, emotivas y sentidas letras, comparto totalmente la visión que tú tienes de las cosas, momentos y personas que trascienden de la realidad aparente de cuanto nos rodea, porque, querida amiga, no todo es lo que vemos, palpamos u oímos, hay algo que se escapa a nuestros sentidos y que es una realidad indefinible que está escondida en todo cuanto nos rodea. Creo que a través de los sueños nuestros seres queridos nos hablan y se comunican de diferentes formas con nosotros, ellos viven y vibran aunque en otro plano de realidad, sea como fuere así lo veo yo y así lo siento y manifiesto.
Ayyy he disfrutado a la luz de tus letras, he visitado esa antigua y hermosa casa y también me ha encantado a mí, pero muchísimo.
Muchos besos llenos de cariño, admiración y gratitud viajan alegres hacia tu corazón de poetisa y de entrañable amiga....muáááckssssss

 

Escribo cuentos desde los siete años, la poesía llegó después a mi vida.
Solía publicar prosas más seguido y con mucho gusto pero un hecho inesperado y muy desagradable que me tocó vivir me llevó a replantearme si valía la pena mi esfuerzo.
Hoy ya superé ese mal trago, es historia pasada, recuerdo que no afecta e interesante lección aprendida. Nunca se sabe a lo que nos exponemos en los sitios públicos.
Hoy en día decidí que es mejor compartir el trabajo creativo en ámbitos en los que la obra es valorada y existe el respeto por el espacio y las ideas ajenas.
De todos modos y a pesar de las limitaciones tengo aquí algunas historias pero no son realmente lo que quisiera publicar.
Igualmente me siento contenta y tranquila.
Te agradezco de corazón que me hayas leído en líneas largas ya que no todos lo hacen por cuestiones de tiempo y es entendible.
Tus palabras las recibo con mucho aprecio, Alde.
Que tengas una tarde muy feliz.

 

Me alegra Isabel que hayas llegado a estas letras.
Yo más allá de la temática que aborde siempre pongo mucho corazón en los cuentos porque es el género con el cual empecé a escribir.
Las prosas me conectan directamente con la niña interior que era feliz escribiendo historias.
Me alegra que te haya gustado la temática.
Quienes perdimos tantos seres amados queremos creer que nunca se van, que nos acompañan y guían.
Gracias de corazón por acercarte y dejarme un comentario alentador y valioso.
Agradezco de manera especial a quienes me acompañan de este lado de la casa, en el foro de prosas.
Un gran abrazo con mucho cariño que te llegue donde estés.