Nuestro periplo.

Mi novia y yo, decidimos mudarnos a otra región del planeta.
Nos fuimos, con las maletas, encima de la bicicleta.
Emigramos hasta el Yucatán, y luego, a Washington, capital de los Estados Unidos.
Allí, encontramos trabajo como artesanos alfareros.


Mis ánforas y botijos, algunas veces van decorados con pintura al óleo, o acrílica.


Sonya Sanyo Jiménez me corresponde.
Yo soy su Nommo Shimano Papino.
Vivimos en un hogar, todo hecho de madera, encima de las ramas de un árbol centenario.
Ése era nuestro frugal destino.


Vinieron a zarandearme los arios, porque soy negro, moro y gitano.





También a Sonya, que es de estirpe judía.
Pero les hicimos frente, con grandes tiestos de barro, y macetas de escayola,
que quebraron sus mandíbulas masticadoras,
y sus quijadas de burros salvajes.


Finalmente, nos hicimos todos, amigos. Compartimos secretos y confidencias.


Hoy día, me contratan para dar charlas y conferencias.
Diversidad es Amor. No debemos discriminar a nadie. ¡ No me subestimes !
Mi novia hace ahora, otras manualidades. Rocas de cartón-piedra, que sirven como atrezzo,
para decorar los paisajes de algunas secuencias, en las películas de cine.