Números nuevos

Eres lo contrario a la boca que no da besos,
lo más parecido a las dos orillas de un río de sueños
por donde fluye mi corazón abierto,
un pasado que sigue vivo después de muerto,
el fuego prohibido que no conoce castigo,
una herida que no deja cicatrices
porque ni duele ni su remedio está escrito,
aun en desacuerdo nos entendemos,
sin mirarnos nos vemos y perdiéndonos nos encontramos,
las palabras que no decimos
son un hilo de oro que nos ata al silencio,
aun descalzos podemos andar sobre el fuego
y en él se queman los malos momentos
que tratan en vano de devorarnos,
ni tú eras para mí ni yo entraba en tus planes
pero a pesar de todo aquí estamos,
bañados en luz en un mar de soles,
mojados pero secos, soñando pero despiertos,
tan contrarios y diferentes
que las apuestas por nuestro futuro están por los suelos,
desechos pero enteros,
jugando en broma a algo muy serio,
dispuestos a inventar números nuevos
para contar las caricias que aún les faltan a nuestros cuerpos.
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un pasado que sigue vivo después de muerto,
Osidiria me ha gustado tu escrito, en particular este verso, un amor que está por determinar si es de lejos o queda cerca. Saludos.