Nunca dicte a mi pluma

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─ Verso libre ─

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─ Nunca dicté a mi pluma
escribir estas letras ─
A los acordes de mil sensaciones
mi mano comenzó a moverse
creando estos versos.

Andamos juntos un tiempo
haciendo camino y
sin prensarlo dos veces,
aquella muchachita
que miraba al suelo
penando su pena,
ganó mi corazón.

─ Como huracán ─
entrando en mi vida
alimentó deseos habidos
enamorándome hasta hoy.

La muchachita creció,
comenzó a mirar de frente y,
aprendió también a soñar,
pero…, en toda historia dulce
─ siempre hay un pero ─

Un día quiso soñar tan alto
que las estrellas llegó tocar y
se olvidó de quien le hizo llegar.

Ya sin tinta mi pluma se quedó
ya las sensaciones son distintas,
─ ya sin júbilo..., la tristeza me copó ─​

Moraleja.
Guárdate siempre el resultado de una ecuación.

 

Jajajaj...cierta moraleja!!!...Un placer Manuel de leer tu poema,lastima que la tinta se acabó...Buen poema, abrazos!!!

 

Me uno a tus risas... la verdad es que me pasé media vida enseñando a los que no saben pero cuando ya han aprendido, ni se acuerdan de mi..., lógicamente te hablo de meigas, por que no son mujeres son brujas... ... Gracias hermosota por pasar a leer este graciosa historia. Besos mil.

 

Precioso tu poema, Manuel .Seguro que aún queda mucha tinta para seguir escribiendo bellos poemas. Un besiño