1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Obscenidades a la unidad familiar y a mí mismo pues

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Troto, 12 de Octubre de 2020. Respuestas: 2 | Visitas: 359

  1. Troto

    Troto Pablo Romero Parada

    Se incorporó:
    31 de Octubre de 2014
    Mensajes:
    1.660
    Me gusta recibidos:
    1.266
    Género:
    Hombre
    No soy un hombre trabajador ni minucioso. Nací hijo de médico y nieto de empresario para ir avanzando los cursos en un centro privado en el que no pedí estudiar pero que nunca luché cuando comencé a ser adulto por abandonarlo. Yo lo achacaba a los amigos, pero de haber estudiado en otro sitio, habría que ver si acabaría por graduarme en enfermería a los veintidós. Y todo ese tiempo dedicándome al relajado estudio, me pasó factura cuando inicié mi carrera profesional, blando y vago como el niño recluso de su misma cobardía y comodidad que continúo siendo.
    Trabajo a jornada parcial y partida en un pequeño centro residencial donde casi no me muevo, y casi todo mi tiempo libre lo dedico a rumiar sobre las causas de que me haya convertido en este ser humano pedantón y mimado que se encoleriza con su hermano por la herencia y que disfruta follándose a su novia "la del público",y , por otrolado, publico que abandonó a los dieciséis a causa de la economía familiar, mientras que en el salón otros parecidos a mí se emborrachan y celaban mutuamente escuchando reaggetón a todo volumen por no oír su propia mente.
    Tengo veinticinco años y ya tres trabajados. No tuve éxito académico como mi madre, ni trabajé duro como mi padre, ni tampoco soy tan ingeniero como mi hermano, que se me asemeja en pijismo. Es difícil comprender como pudimos salir así con lo responsables que fueron nuestros padres. Supongo que todavía podemos mejorar un poco.
    Si mi hermano mejora, lo mato de envidia. Si se mete en el bolsillo los sueldos de dos mil o si se hace un empresario exitoso, lo mato en el primer vacile. Lo tiraría por la ventana o le clavaría un cuchillo en el cuello. No sé. Todavía tengo que pensar los detalles, pero lo mato. Siempre tan orgulloso y estirado con su maldito trastorno compulsivo y su hipocondría. El cabrón seguro que folla como un hijo de puta. Y mi madre, que aparte del éxito cosechado y habérselo pulido en sus hijos para que los condenados pudieran seguir creyéndose valiosos, va la cabrona y se muere de cáncer a los cincuenta para darle todavía más solera a la gesta. Como si de una heroína de guerra se tratase.
     
    #1
    Última modificación: 30 de Enero de 2021
    A Anamer le gusta esto.
  2. Anamer

    Anamer Poeta veterano en el portal Equipo Revista "Eco y latido"

    Se incorporó:
    3 de Abril de 2017
    Mensajes:
    12.908
    Me gusta recibidos:
    12.422
    Género:
    Mujer
    Lo bueno es que siempre podemos mejorar, no hay edad de caducidad para el aprendizaje ni para el crecimiento
    personal, lo que hay que hacer es tener la voluntad de cultivarse y acceder a todos los medios que nos lo permitan,
    hoy es muy fácil con toda esta cibernética, una herramienta milagrosa que nos da acceso inmediato a todo lo que
    queramos. No mates a tu hermano cielo, cultívate tu y verás como se va quedando toda esa banal existencia por el
    camino. Besitos apretados en tus mejillas.
     
    #2
    A Troto le gusta esto.
  3. Troto

    Troto Pablo Romero Parada

    Se incorporó:
    31 de Octubre de 2014
    Mensajes:
    1.660
    Me gusta recibidos:
    1.266
    Género:
    Hombre
    Bueno ya veremos. Cultivarse no es tarea fácil, que va. Gracias por pasarte, es un placer tenerte por aquí.
     
    #3
    A Anamer le gusta esto.

Comparte esta página