¡ Oh, embeleso ! Ciudades puras.

Ya, lo tengo todo, resuelto.
¡ Gracias a Dios ! Muy pocas deudas.
Los deberes, hechos. Sin embargo,
sigo siendo un crucifijo que cuelga de la pared.


Todo él, hecho de madera.





Por ello, me santiguo...
Frente, plexo solar, ambos hombros y boca.
Momento, día de hoy, diversidad creadora,
y ¡ Energía, frecuencia y vibración ! Del firmamento.


El árbol expone sus ramas, follaje y frutos.


Pero sus raíces se ocultan en el subsuelo,
quizá, para no mostrar su parte vulgar o mediocre.
Luego por tanto, ¿ A qué viene este desprecio ?
Y solamente la mejor calidad, es bienvenida.


El mercado es muy perfeccionista.





Apenas queda resquicio para el vendedor ambulante.
Así, el pequeño comercio decae,
ante esas grandes superficies.
Centros comunitarios, luminosos,


¿ Llenos de regocijo ?


Al abrigo de un inmueble o edificio,
parecido a las pirámides egipcias,
limpio, como los chorros del oro,
y de hechuras catedralicias, góticas


y románicas. Nuevos conventos,





o monasterios. Catacumbas,
a plena luz del día. Comunidades cristianas,
contemplación budista o Nirvana,
y altos precios. Haciendo equilibrios,


con el propio deseo de eternizarnos.

 

Y el alba se entrelaza en las Mariñas llenas de calabazas atoradas en las barbas de zantie.Saludos!!

 

Efectivamente, Azalea.
Pon un poco de locura, en tus comentarios.
Así, cobra relieve y vida, el abecedario.
Las letras te lo agradecen. El surrealismo nunca perece.