1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Ojos Sangrantes

Tema en 'Poemas Góticos, ciencias ocultas y Misteriosos' comenzado por sebas g, 3 de Mayo de 2009. Respuestas: 0 | Visitas: 887

  1. sebas g

    sebas g Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    3 de Mayo de 2009
    Mensajes:
    23
    Me gusta recibidos:
    1


    Y después de todo, sigo aquí.


    La neblina que abruma las vistas, negligente con su cometido,
    huye temerosa tras los robustos troncos de los árboles de antaño.
    Aprovecho para pasear, encontrarme con los conocidos amigos,
    los amigos enemigos, las novias estranguladas
    y de nuevo, el pesar redicho.

    Vislumbro paz, y entre nubes celestiales, anónimamente, apareces ante mí.
    Mujer de lágrimas de sangre, mujer de sentimientos independizados.
    Mujer de tantos, mujer única.
    Quieres que te acompañe en cada una de tus muertes;
    solicitas mis manos para destrozar tus días.
    Te miro, y sonríes. Sabes que soy tuyo.
    Conoces mi pena, mi eterno suicidio.

    Tu alma no conoce límites, y vuela sobre cada charco,
    cada lamento, y cada uno de esos pobres diablos temerosos
    que vomitan actividades socioculturales
    para encontrarse a sí mismos,
    y a ti, mismamente.
    Tragas el cielo con pasión, escupes el letargo y la sosez
    haciendo sitio a las musas de pene largo y travieso.
    Y yo embarco en un bote salvavidas, entre nubes celestiales,
    temeroso como tantos, maltrecho como ninguno.

    Miras cómo me alejo con tus ojos sangrantes,
    mujer de tantos, mujer única.
    De nuevo, lloras por mí, por mi partida.
    Te quiero, mujer. Es tuya mi vida, conoces mi pena, mi eterno suicidio.
    Conoces mis manos de trapo, mi lengua de toro;
    mis sucias mudas, mis letargos.

    Aún así, te acercas.
    Y juntos de nuevo, pierdo la vida.
    Pero abrazas mis manos, besas mis mejillas.
    Entras en mí con atardeceres tardíos;
    noches estrambóticas, criadoras de entendimiento y fraternidad,
    sexo, piel, guerra, recuerdo;
    excitado amor de porcelana.

    Palpas mis debilidades, arañas mi espalda,
    gritas mi nombre y poco a poco, suturas mis conductos.
    Mirando al infinito gritas al encontrar lo que yo nunca he visto,
    y pacífica, como en trance, te envuelves entre las sábanas,
    como siempre hacías.
    Aúllas en mi corazón, oh beldad que todo abarca,
    te quiero, te quiero, lo eres todo para mí.

    Pero la noche avanza y mis ojos se abren.
    Y después de todo, te alejas.
    Vuelves con los pájaros ermitaños, las culebras de vagina,
    el bienestar en usufructo.
    Olvidas lo que sabemos que sentiste,
    y sonriente lloras, haciendo tuyas mis lágrimas.
    Pero tú vuelas alto entre nubes celestiales.
    Yo, mientras, caigo de nuevo,
    entre tus piernas y el vacío.
    Así que, me pierdo entre la neblina que abruma las vistas,
    me ducho, y me voy al trabajo.


     
    #1

Comparte esta página