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Oliverio Girondo.

Tema en 'Poetas famosos, recomendaciones de poemarios' comenzado por Gothic-Poet2008, 15 de Marzo de 2010. Respuestas: 3 | Visitas: 2860

  1. Gothic-Poet2008

    Gothic-Poet2008 Poeta asiduo al portal

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    Oliverio Girondo, uno de los escritores argentinos más notables del siglo XX, nace el 17 de agosto de 1890 en Buenos Aires. Fue en su vida además un exquisito bibliófilo, coleccionista y dibujante. Durante toda su vida, y desde muy joven viaja en varias oportunidades a Europa sobre todo a París, donde permanece por largas temporadas. En 1917, viaja como corresponsal de las revistas Caras y Caretas y Plus Ultra, relacionándose con artistas y poetas que lo introducen a las nuevas corrientes estéticas europeas.
    En 1922, publica su primer libro Veinte poemas para ser leídos en el tranvía, este libro de originales metáforas lo ilustra con dibujos propios y que junto a Fervor de Buenos Aires, de Jorge Luis Borges publicado en 1923, son considerados como iniciadores de la literatura vanguardista de la Argentina. De vuelta en Buenos Aires en 1924, funda junto a otros escritores y artistas el periódico Martín Fierro y redacta el célebre Manifiesto del periódico homónimo. Un año después, publica su segundo libro, Calcomanías, ilustrado por él y dedicado a España. Comienza su colección de arte Precolombino y de piezas africanas en París, cuando compra 29 piezas en un remate. Esta afición la continúa hasta tener una importante colección, a la que agrega la compra de libros de lujo . En 1927 aparecen cinco poemas suyos en la compilación literaria que hacen Pedro Vignale y César Tiempo, dedicada a la “nueva generación argentina”.
    Su tercer libro, Espantapájaros, se publica en 1932, por la Sociedad Editorial Proa. Para su presentación Oliverio usa una estrategia original; copia en cartón y yeso de casi 3 m de altura, el dibujo del espantapájaros realizado para la portada del libro por el pintor José Bonomi, y lo coloca en una carroza tirada por seis caballos. La operación resultó un éxito; el libro se agotó en poco menos de un mes. En 1937, aparece su única obra en prosa: Interlunio, ilustrada con once aguafuertes de Spilimbergo. En el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, junto a varios intelectuales, firma el manifiesto lanzado por la agrupación antifascista Acción Argentina. En estos años se crea el Premio Martín Fierro dirigido al mejor libro de poesía de escritores menores de 30 años, que es sostenido económicamente por Oliverio, quien se vincula de esta manera con la nueva generación de poetas, entre ellos Olga Orozco y Enrique Molina. En 1943, se casa con la escritora Norah Lange. Después de un lapso poético de varios años publica Persuasión de los días, su libro más extenso con 54 poemas y en 1946 Campo nuestro, un largo poema que canta al paisaje argentino. Pero es en La masmédula, su último libro, donde desarrolla un lenguaje propio, logrando una intensidad expresiva que lo convierte en uno de los títulos más importantes de la literatura argentina. Esta obra será gloriada especialmente por la nueva generación de poetas entre los que figuran Aldo Pellegrini, Edgar Bayley, Francisco Urondo, Miguel Brascó entre otros. Aparece en esos años, la revista Letra y línea, ideada en casa de Oliverio y dirigida por Pellegrini. En 1958 publica Topatumba, poema ilustrado por Molina, un gran folio desplegable . En 1960, graba con su voz un long- play de sus poemas En la masmédula. En 1961, un accidente lo deja disminuido físicamente hasta el fin de sus días. A partir de esta fecha, se reduce su actividad como poeta. En los años siguientes la SADE le organiza un homenaje por el aniversario de la aparición de Veinte poemas para ser leídos en el tranvía. La Editorial Losada publica la última edición de En la masmédula con un dibujo de Molina en la cubierta. Viaja en 1965 por última vez junto con Norah a París y Madrid. Muere en Buenos Aires el 24 de enero de 1967.

    Algunos de sus poemas:

    ¡TODO ERA AMOR!

    ¡Todo era amor... amor!
    No había nada más que amor.
    En todas partes se encontraba amor.
    No se podía hablar más que de amor.
    Amor pasado por agua, a la vainilla,
    amor al portador, amor a plazos.
    Amor analizable, analizado.
    Amor ultramarino.
    Amor ecuestre.
    Amor de cartón piedra, amor con leche...
    lleno de prevenciones, de preventivos;
    lleno de cortocircuitos, de cortapisas.
    Amor con una gran M, con una M mayúscula,
    chorreado de merengue,
    cubierto de flores blancas...
    Amor espermatozoico, esperantista.
    Amor desinfectado, amor untuoso...
    Amor con sus accesorios, con sus repuestos;
    con sus faltas de puntualidad, de ortografía;
    con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
    Amor que incendia el corazón de los orangutanes,
    de los bomberos.
    Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas,
    que arranca los botones de los botines,
    que se alimenta de encelo y de ensalada.
    Amor impostergable y amor impuesto.
    Amor incandescente y amor incauto.
    Amor indeformable. Amor desnudo.
    Amor amor que es, simplemente, amor.
    Amor y amor... ¡y nada más que amor!


    LLORAR A LÁGRIMA VIVA...

    Llorar a lágrima viva.
    Llorar a chorros.
    Llorar la digestión.
    Llorar el sueño.
    Llorar ante las puertas y los puertos.
    Llorar de amabilidad y de amarillo.
    Abrir las canillas,
    las compuertas del llanto.
    Empaparnos el alma, la camiseta.
    Inundar las veredas y los paseos,
    y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
    Asistir a los cursos de antropología, llorando.
    Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
    Atravesar el África, llorando.
    Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
    si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
    no dejan nunca de llorar.
    Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
    Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
    Llorarlo por el ombligo, por la boca.
    Llorar de amor, de hastío, de alegría.
    Llorar de frac, de flato, de flacura.
    Llorar improvisando, de memoria.
    ¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

    POEMA 12.

    Se miran, se presienten, se desean,
    se acarician, se besan, se desnudan,
    se respiran, se acuestan, se olfatean,
    se penetran, se chupan, se demudan,
    se adormecen, despiertan, se iluminan,
    se codician, se palpan, se fascinan,
    se mastican, se gustan, se babean,
    se confunden, se acoplan, se disgregan,
    se aletargan, fallecen, se reintegran,
    se distienden, se enarcan, se menean,
    se retuercen, se estiran, se caldean,
    se estrangunlan, se aprietan, se estremecen,
    se tantean, se juntan, desfallecen,
    se repelen, se enervan, se apetecen,
    se acometen, se enlazan, se entrechocan,
    se agazapan, se apresan, se dislocan,
    se perforan, se incrustan, se acribillan,
    se remachan, se injertan, se atornillan,
    se desmayan, reviven, resplandecen,
    se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
    se derriten, se sueldan, se calcinan,
    se desgarran, se muerden, se asesinan,
    resucitan, se buscan, se refriegan,
    se rehúyen, se evaden y se entregan.

    NO SE ME IMPORTA UN PITO...

    No se me importa un pito que las mujeres
    tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
    un cutis de durazno o de papel de lija.
    Le doy una importancia igual a cero,
    al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
    o con un aliento insecticida.
    Soy perfectamente capaz de soportarles
    una nariz que sacaría el primer premio
    en una exposición de zanahorias;
    ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
    bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
    Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
    Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,
    tan locamente, de María Luisa.
    ¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?
    ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo
    y sus miradas de pronóstico reservado?
    ¡María Luisa era una verdadera pluma!
    Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
    volaba del comedor a la despensa.
    Volando me preparaba el baño, la camisa.
    Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
    ¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,
    de algún paseo por los alrededores!
    Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.
    "¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos,
    ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
    para llevarme, volando, a cualquier parte.
    Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia
    que nos aproximaba al paraíso;
    durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
    como dos ángeles, y de repente,
    en tirabuzón, en hoja muerta,
    el aterrizaje forzoso de un espasmo.
    ¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera...,
    aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
    ¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...
    la de pasarse las noches de un solo vuelo!
    Después de conocer una mujer etérea,
    ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
    ¿Verdad que no hay diferencia sustancial
    entre vivir con una vaca o con una mujer
    que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
    Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender
    la seducción de una mujer pedestre,
    y por más empeño que ponga en concebirlo,
    no me es posible ni tan siquiera imaginar
    que pueda hacerse el amor más que volando.
     
    #1
  2. Vevero

    Vevero Poeta reconocida en el portal

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    Gracias por este post!! Girondo es uno de mis escritos preferidos. He disfruta la relectura de estos poemas que me acompañan casi todos los dias. Colaboro con una foto y para los que no lo conocen lo recomiendo!!
    [​IMG]

    LO QUE ESPERAMOS

    Tardará, tardará.

    Ya sé que todavía
    los émbolos,
    la usura,
    el sudor,
    las bobinas
    seguirán produciendo,
    al por mayor,
    en serie,
    iniquidad,
    ayuno,
    rencor,
    desesperanza;
    para que las lombrices con huecos portasenos,
    las vacas de embajada,
    los viejos paquidermos de esfínteres crinudos,
    se sacien de adulterios,
    de hastío,
    de diamantes,
    de caviar,
    de remedios.

    Ya sé que todavía pasarán muchos años
    para que estos crustáceos
    del asfalto
    y la mugre
    se limpien la cabeza,
    se alejen de la envidia,
    no idolatren la saña,
    no adoren la impostura,
    y abandonen su costra
    de opresión,
    de ceguera,
    de mezquindad.
    de bosta.

    Pero, quizás, un día,
    antes de que la tierra se canse de atraernos
    y brindarnos su seno,
    el cerebro les sirva para sentirse humanos,
    ser hombres,
    ser mujeres,
    -no cajas de caudales,
    ni perchas desoladas-,
    someter a las ruedas,
    impedir que nos maten,
    comprobar que la vida se arranca y despedaza
    los chalecos de fuerza de todos los sistemas;
    y descubrir, de nuevo, que todas las riquezas
    se encuentran en nosotros y no bajo la tierra.

    Y entonces...
    ¡Ah!, ese día
    abriremos los brazos
    sin temer que el instinto nos muerda los garrones,
    ni recelar de todo,
    hasta de nuestra sombra;
    y seremos capaces de acercarnos al pasto,
    a la noche,
    a los ríos,
    sin rubor,
    mansamente,
    con las pupilas claras,
    con las manos tranquilas;
    y usaremos palabras sustanciosas,
    auténticas;
    no como esos vocablos erizados de inquina
    que babean las hienas al instarnos al odio,
    ni aquellos que se asfixian
    en estrofas de almíbar
    y fustigada clara de huevo corrompido;
    sino palabras simples,
    de arroyo,
    de raíces,
    que en vez de separarnos
    nos acerquen un poco;
    o mejor todavía
    guardaremos silencio
    para tomar el pulso a todo lo que existe
    y vivir el milagro de cuanto nos rodea,
    mientras alguien nos diga,
    con una voz de roble,
    lo que desde hace siglos
    esperamos en vano,
     
    #2
  3. Mariela Marianetti

    Mariela Marianetti Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    20 de Marzo de 2006
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    Realmente escribìa muy bien. Aquì te dejo un poema que espero sea de tu agrado:

    ALTA NOCHE



    De vértices quemados
    de subsueño de cauces de preausencia de huracanados rostros que trasmigran
    de complejos de niebla de gris sangre
    de soterráneas ráfagas de ratas de trasfiebre invadida
    con su animal doliente cabellera de líbido
    su satélite angora
    y sus ramos de sombras y su aliento que entrecorre las algas del pulso de lo inmóvil
    desde otra arena oscura y otro ahora en los huesos
    mientras las piedras comen su moho de anestesia y los dedos se apagan y arrojan su ceniza
    desde otra orilla prófuga y otras costas refluye a otro silencio
    a otras huecas arterias
    a otra grisura
    refluye
    y se desqueja.


    Oliverio Girondo
     
    #3
  4. Gothic-Poet2008

    Gothic-Poet2008 Poeta asiduo al portal

    Se incorporó:
    7 de Agosto de 2008
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    7
    Gracias Vevero y Mariela por sus aportaciones, Oliverio Girondo es uno de mis poetas favoritos les recomiendo que vean y disfruten la película "El lado oscuro del corazón".
     
    #4

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