Otra manera de hallar.

El ambiente era mayor o igual de intenso, una mañana algo calurosa para ser invierno, Thaynet estaba sentada con otras dos de sus amigas, en una mesa cerca de la televisión en la cafetería de la escuela, una de ellas Anallely hablaba tranquila, mientras la otra Karely su ángel personal y también su demonio seguía sin inmutarse, como siempre; hablada de cosas que Thaynet nunca acabaría por comprender del todo y para las cuales tal vez pasaran años para que ellas las realizara.
-no te impongo reglas-dijo Karely con su faz inquietante- pero sabes que tu corazón está inclinado a la maldad.
-sí- respondió Thaynet asustada- tal vez tengas razón.
Le asustaba Kerely por supuesto, pero le asustaba más la menara en que actuaba y la forma sutil con que le decía su maldad y sus pecados.
-cada quien tiene la decisión - volvió a decir Karely- pero es mejor aceptarlo ahora.
-tienes razón- respondió nuevamente Thaynet queriendo escapar del lugar lo más pronto posible, porque su amiga podía ver su maldad.
-puedes encontrarlo en cualquier lugar, siempre que lo reconozcas como tu salvador- menciono por ultimo antes de irse.

Al día siguiente Thaynet no asistió a la escuela se fue a callejear por la ciudad, se encontró en el parque central un hombre de avanzada edad que estaba meditando al borde la fuente, miro por unos momentos con curiosidad, cuando el hombre termino su meditación se acerco a la banca donde estaba sentada y le pregunto:
-¿Qué es lo que te agobia?
-mi alma- respondió Thaynet.
-¿Por qué?- pregunto el hombre con faz tranquila.
Le conto lo que ocurría con su amiga.
-te llevare a conocerlo por otro nombre y seguirá siendo el mismo que nos ama pese a todo, pese a nuestros males y dudas- le dijo el hombre sonriendo sin maldad y con toda la paciencia del mundo.
Llego otro nuevo día, Thaynet estaba más tranquila, relajada, sonreía como nunca antes se le vio, y con un nuevo libro sagrado para leer y cambiar su vida, Karely noto su cambio.
-¿que traes?- le pregunto el ángel (Karely).
- el Corán- menciono Thaynet.
Karely la miro con asombro, su faz inquebrantable, tenia una extraña mueca.

 

muchas personas usan su carisma-tantas veces malsano-para influir negativamente en nuestras vidas...todo depende de usar nuestras propias decisiones...vivir es decidir lo que voy a hacer y por lo tanto a SER lo que quiero ser...tambien estan las personas--seres de luz-quienes nos guian sin pedir nada a cambio.saludos y abrazos para ti...en este y cada dia.estrellas todas.

 

muchas gracias por tu visita y tienes razón en cada quien esta la decisión de ser algo o alguien mas allá de lo que piense la gente!!!

 

Mg.
Muy interesantes tus letras
realmente me ha gustado leer
creo que el coran como la biblia
enriquecen con sus mensajes al hombre.
Bello leerte
Estrellas y un abrazo
Ana

 

Es cierto ambos tienen bellos mensajes amiga!!!!
un buen día para ti y gracias por tu visita!!!

Oz Mireles