Pa ti y pa mí

Suicídate la envidia Primo,
qué no ves que te está matando,
ya mátate la envidia Quillo,
porque es que te está destrozando;
es un veneno, un maleficio,
mala compaña, serio castigo.

Agüita clara son los versos
que no compiten ni asesinan,
agüita clara son los versos
que nunca lloran ni mendigan
caricias vanas, fácil promesa,
medias verdades, besos por pena.

Ya mátate la envidia Primo,
que te envenena las estrofas,
agüita clara, hunde las normas.

Suicídate la envida Quillo,
que te castiga cada verso,
agüita clara, ponle remedio.

 

Un grito contra el viento, compañero.
Ira, escuché una vez de Karlos Puest (you tuber de Cái):
“El que tiene cara de güenagente, seguramente lo será. El que tiene cara de hijo de puta, es que es un hijo de puta. Y el que es feo, es feo”
En ese mismo hilo te pregunto: ¿El envidioso puede dejar de serlo? Sé que hay pastillas para casi todo, pero no conozco ninguna que pueda cambiar el ADN. El que nace envidioso…se morirá envidioso.
Una colorá mejor que cien amarillas. Manda al carajo al que sea, y tira palante.

… Tengo una espina clavá, por no haber podío estar en la presentación de tu libro, pero que sepas que me la saco ya mismo.
¡Ojú que levantera picha!.

Un abrazo

 

Manolo, estoy ausente para el mundo, ya sabes que no han sido tiempos fáciles, pero te quiero y espero verte pronto, queda esa copa pendiente y una charla larga y atractiva. Ya sabes que no pasa nada, sé que no pudiste estar. Y en cuanto a la envidia... ya sabes, incurable.