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Tema en 'Prosa: Filosóficos, existencialistas y/o vitales' comenzado por alfredo bonilla, 20 de Abril de 2013. Respuestas: 0 | Visitas: 608

  1. alfredo bonilla

    alfredo bonilla Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    14 de Abril de 2013
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    Epígrafe al maestro Tomas Gome. Si puede nacer la flor en la helada piedra, ¿no podrá nacer acaso en mi alma?


    Estaba ahí, en una mesa de mantel floreado, ahí semejante a un balcón torcido y anacoreta, triste, también atormentado. Busca de su profundo néctar de vida, la esencia sutil, sublime, su razón de ser y al cerrar sus ojos piensa en el mañana como algo muy incoherente de raras pasiones, de tontas expresiones que no logran resolverse.

    En las tardes pasa por alto su razón correcta de la vida y entra en el ramal de divinas almas perdidas, habla con su amigo imaginario de su dolor, sus desdichas, sus amores y sus alegres pasiones que hacen del saber, la sutileza de estar vivo.

    Soy como una piedra en medio de la nada, donde la esperanza de la hermosa flor ha perdido su color, declama él mientras sueña, entonces nacen versos de las más cálidas y tiernas insinuaciones que hacen del lodo; el polvo mágico.

    Mohosa la piedra, me resbalo, entonces hay verde humedad en ella, suave parecer como labios de doncella de agrestes palacios de mármol.
    ¡Oh si, en mi cendálica vida hubiese ceñido mis pasiones de versos y lirios, de amaneceres, de atardeceres, de un beso, de una caricia; tal vez un te amo, no lo sé.

    ¡Puede nacer entonces la flor en la helada piedra, mas no en mi alma!


     
    #1
    Última modificación por un moderador: 29 de Abril de 2013

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