Palabras Congeladas.

Palabras Congeladas.

Cada noche, cuando bajo la luz de la luna, salgo a caminar entre los inmensos pinos que hay por las calles de mi ciudad, en esas mismas calles, que juntos un día, tomados de la mano contemplamos también esa misma luna, y donde enamorados nos dimos miles de besos, cuando enamorados nuestros brazos se unieron con fuerza, y las palabras que al oído nos dijimos, fueron suavemente casi entre dientes, y fue un te quiero.
Pero a donde se ha ido todo aquello, a donde se ha ido toda la esencia de ti, tan solo las palabras han quedado en el viento, congeladas entre nubes de olvido, maltrechas y desquebrajadas, cual si fueran rosas con sus pétalos marchitos. Y de ti, nada quedo, solo en el pensamiento tus recuerdos, esos recuerdos que poco a poco han ido llevándome a la triste soledad, en medio de mis propias lagrimas de dolor en el suplicio de mi triste agonía.
Y por eso cada noche, y entre la penumbra de aquellas calles, camino solo, y entre mis pasos la sombra de mi alma desconsolada, esa misma que camina conmigo a donde quiera que voy, y que como muda y fiel testigo de mis tropiezos vive en mi.
Pero te llevo siempre en mi, aunque nunca quieras regresar, al mismo lugar de nuestro gran amor, al mismo lugar donde como dos locos, un día brincamos sin parar, donde el amor era un altar para nuestra oración, donde nuestras ilusiones se convirtieron en hermosas canciones y que fueron cantadas por tus bellos labios, que un día, yo enamorado bese.