Palabras.

Palabras, palabras y más palabras.
Las palabras muchas veces se olvidan, se van con el viento, se rompen en la distancia, se esfuman como la niebla, y sin embargo otras veces son fuertes como el mar, perduran en el tiempo y ni la más lejana distancia es capaz de romperlas. Palabras, hay tantas palabras y solo unas pocas son capaces de adentrarse en nuestras almas y de clavarse en nuestra cabeza, para que nunca podamos olvidarlas.

Las palabras a veces, sin que uno se de cuenta, forman promesas y esas promesas de por si, se hacen ilusiones, ilusiones que a veces si las palabras son mal intencionadas o en su interior solo llevan maldad y mentiras,se convierten automáticamente en desengaños y de repente inesperadamente, esas palabras ya no tienen el valor que tenían antes, y se vuelven cenizas, cenizas que no valen nada, cenizas que quieres lanzar al olvido y que con el tiempo se borran y se marchan sin que apenas tu te des cuenta.

Y por otro lado como no, al contrario esta vez, cuando las palabras van cargadas de sinceridad amor y de emociones fuertes, esas palabras se vuelven cadenas, cadenas que son irrompibles, y si es verdad que a veces algunas palabras forman dudas, dudas que si las palabras que han forjado aquel amor o ilusión son las adecuadas, esas dudas ya no tendrán ningún fundamento, en resumen hay tantas palabras de tantos modos y de tantos sentimientos, que solo unas pocas son capaces de tener el don de ser convincentes, y me refiero a las palabras cargadas de amor y sinceridad, esas son las palabras que jamás, aunque pasen mil años, jamás se olvidarán y si se olvidan por cualquier razón es, porque abran otras palabras el doble de sinceras, creíbles y cargadas de sentimientos que pasarán a formar parte de nuestras alma y de nuestra cabeza.