Para decirnos adiós.

Es largo todo este fusco camino
y profundos sus terribles dolores;
mas, creo haberme sujetado de ella
muy fuerte y amedrentado,
refugiarme en sus brazos y silueta
pero no, no era ella..
sino su recuerdo paseando en mi memoria.
Sigo caminando por la aventura de este camino
y me pierdo en la oscuridad inefable,
pero a lo lejos creo verla:
sonriente, con su delicada belleza
llenaba de primaveras mis labios
y de fulgor mis noches,
pero no, no era ella
sino su fragante ausencia que me apresa.
Al caerme, la sentí a mi lado,
mientras me hablaba colapsaba mis suplicios
y me cautivaba con su perfume de lis y cereza,
¡Mas no, no era ella! sino esta triste pasión
hurgando quedamente en mi inconsciencia.
Me acosté en los brazos de la tristeza
con mis ojos llenos de sus recuerdos;
y miré hacia el cielo.. y ahí estaba ella:
la musa de estos lóbregos versos,
el ensueño muriendo en desamor
y la espina clavada entre mis huesos.
Me sonrío, mientras yo le escribía
este poema... para decirnos adiós.
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Es un bello poema el que has escrito
para decirse adiós. Me ha gustado mucho
leer tu hermosa inspiración. Quedan los
recuerdos dificil borrar. Saludos cordiales.

 

Te has convertido en una fiera de la poesía Hoover. Encantado de haber pasado. Felicidades.

 

Se desbandó tu verbo, amigo pero es muy buena tu Poesía. Lo que me complica a veces es cuando los poetas cambian de persona como en este caso que empieza en tercera persona singular (ella), entiendo que va como introducción porque luego pasas a segunda singular y empiezas a hablar de (tú) y en esta simbiosis me pierdo. Creo que analizo por separado. No, ni siquiera es necesario, se comprende perfectamente que hubo el cambio en esa misma persona y es ella y ELLA y TÚ. No seré más papista que el Papa porque es buena tu Poesía y bueno, lo quisiste hacer así y así queda. Me gusta como manejas la palabra, Hoover. Saludos amigo. Muchas gracias.
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Precioso texto, un escrito fascinante.

 

Para decirse adiós hay que estar de la mano de la soledad, de los recuerdo, del dolor, y especialmente de la ausencia, y es ahí donde nos cae la ficha y nos damos cuenta que estamos solos y tomamos la decisión de decir adiós. Excelente poema que me ha llevado a reflexionar y te dejo aquí en mi humilde comentario. Un abrazo amigo

 

Por esos fantasmas que se pegan a los ojos, y nos hacen ver, oler y sentir todo aquello que ya se fue.
Ha sido un placer leer!!

 

Intensos, vibrantes y conmovedores tus versos amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...

 

Wow Hoover de verdad que me ha estremecido este poema
en el que dejas todo tu sentir y ese adios que duele que nunca quieres decir escuchar irremediablemente llega, y en los recuerdos sigue avivando ese sentir, Te felicito y te dejo reputación muy merecida, saludos de Alma Soňadora

 

Amiga gracias por tu visita y por tu comentario
a mi obra!!! Saludos y abrazos!!!

 

Que belleza divina.tristes versos de adiós, y de recuerdos.

 

Gracia querida, como siempre locamente agradecido con vos!!!

 

Gran inspiración de una flamante musa... seducida entre la despedida que te consume. Gracias por este regalo. Un fuerte abrazo poeta! Mis felicitaciones!

 

Hermosas letras, emotivamente tristes y divinas y excelentes.