Para ti, aunque ya estés lejos.

"DIANA" se llama (cariño mío), es hermosa, completa, aunque tengo una duda sobre ella porque no sé si quiero más a sus ojos o sus labios, si prefiero ver menear sus caderas o ver cuando su cabello vuela al viento, aunque bueno, en realidad creo que la quiero completa, con cada pequita y lunar, con cada cosquilla y suspiro, con cada susurro, cada sonrisa y enojo. Ustedes: quién sólo leen, lo verán ridículo y empalagoso, pero es que ustedes no la han mirado sonreírme mientras bailamos, no se han ahogado como yo dentro de la inmensidad de sus ojos, mucho menos sabrán de cuan gigante es la altura a la que nos elevamos cuando nos tomamos de la mano, seguramente ustedes, no entienden, no sabrán por qué, ni cómo, es que ahora este soy yo... Y si, lo acepto, la verdad es que la amo, pero ella cree que esa palabra es demasiado peligrosa, demasiado pesada como para cargarla entre esta larga distancia que nos ataca cada día, que nos aprieta y nos oprime el corazón, aunque bueno; somos fuertes porque ella es firme y yo terco, nosotros vivimos una historia maravillosa, ella quería un "Para Siempre" y yo quería ponerle “Un Jardín Con Enanitos” en el patio trasero de su corazón, pero así como de repente cambio el tiempo en esta historia, así cambio ella, *ASÍ CAMBIASTE TÚ* Y así cambié yo, así que ahora a la susodicha no le puedo decir "Cariño mío" tampoco puedo verla sonreír y mucho menos nos ahogaremos juntos en mares de amor, ahora es tiempo pasado arrastrado por un presente de arrepentimientos y desamor... Ahora ella no quiere un para siempre sino un hasta nunca y yo ya no tengo aquel jardín, tengo lagrimas desordenadas... Y, si, es triste, es como todo lo que he contado, pero sin sonrisas, sin sus ojos, sin su mano con la mía, pero es que como ustedes no saben cuan alto volamos, no sabrán tampoco cuan duro caímos, ahora ya no hay ganas de escribir, sino fastidio de leer… Pero bueno, yo como amante de letras, no puedo parar de escribir aunque ella ya no quiera leer y ustedes mis lectores ya no quieran saber más de historias tristes, porqué como a Andrés Suarez: “La gente quiere que esté contento y no les hable más de desamor”. Pero es que uno habla de lo que siente y quiere con más ganas y mientras mi pena brille y el árbol de amor marchite, pues mis letras serán opacas y el matorral de felicidad no crecerá ni un centímetro este fin de año, quizá tampoco el año siguiente…

En fin, como siempre, esto no es para dar lastima, es para dar a conocer las razones, para que por el contrario no haya un –Pobrecillo- sino un –Ah, con razón-

Pero tampoco es un sin motivo, lo hay, y es claro: Quiero que si la ven caminar por ahí, la gente sepa que ella puede despertar sentimientos inmensos en la más fría y melancólica persona, que ella es de admirar por qué no cualquiera lucha frente a frente contigo y se quita la corona de princesa para ser toda una guerrera. Y aunque mi madre la odie por el llanto, yo aún la quiero y admiro por su valentía y así como esa vieja canción: “Si me muero, no la culpen a ella, culpen a mi corazón que se enamoró sin conocerla” aunque bueno, entre más la conocí, más me enamoré… Pero el motivo principal es que ella ya no me responde, ya no me habla, no me escucha y mucho menos deja que la mire, así que si alguno de ustedes quiénes lean esta nota de trasnocho, la conoce, la distingue, la mira o se la cruza; primero que todo, mírela con respeto, ella se merece ser admirada y querida, porqué se entrega como una madre a sus hijos, como si no hubiera un después, como si no le importara quedar rota al amanecer. Si usted la conoce, y le ha tocado de alguna manera esta nota, por favor; quiérala, admírela, respétela, sea amable, cuídela, de esa manera me ayudará a mí pues será una forma de entregar mi amor que aún queda por montón.

A quienes sienten una pena, a quienes están rotos y por cualquier razón tristes de desamor, sepan que aunque esto duele y quema por dentro y fuera, aunque cada mañana y noche será igual por mucho tiempo después, es un proceso que se debe aprender a vivir, que debe ser entendido para no morir o ahogarse dentro como si fuese un laberinto, el desamor tiene sus pasos, hay que saber entender que no regresará, hay que respetar las decisiones y ser consecuentes con lo que decimos sentir y nuestras acciones, porque a nadie le gustaría terminar siendo un fastidio para su adorado alguien. Esto es un viaje y como viajero frecuente puedo recomendar que lleven algunos libros, mucha música, páginas en blanco, algunos esferos, y no estará de más un poco de café en la mañana; suele llenarse de recuerdos, tómenlo cada mañana junto a ellos, así podrán guardarlos dentro para ustedes. Este viaje no es exprés, es largo y aumenta según el grado de sinceridad y amor al haber querido, pero si lo hacen a buen ritmo, con las herramientas necesarias, en algún tiempo tendrán una bonita historia que contar y verán que los recuerdos no terminan con un adiós, queda mucho por contar después.

Posdata: Para ustedes; no teman llevar algunos amigos y empaparlos de lo que sienten, tampoco se nieguen de conocer personas, la gente no te atacará y no tiene tampoco la culpa de lo que ha sucedido, además, no sabes cuándo conocerás tu próxima historia.

Para ti: Te quiero, cariño mío.