Paradoja

Soñar con que los muros no existen, con la libertad y con la toma asertiva de decisiones mientras se está descansando junto a la ventana con la cabeza reposando en las manos, mirando el hermoso horizonte, los cerros con sus arboles verdes, escuchando el trinar de las aves, sintiendo el aire fresco en el rostro y no caminar, ni abrir la puerta, ni andar hacia el bello horizonte engalanado con sus cerros y verdes arboles para escuchar de cerca el trinar de las aves con tal de no disipar el sueño aquel en el cual los muros no existen...

Due

 

Sueño y realidad Francisco, la manera de huir de ella es tu paradoja y ahí estamos: ayudando a construir muros sin verlos, sin mover un ápice el cuerpo para que no se ponga ningún ladrillo, que bucólica imagen esa de que los muros no existen, incapaces de tomar por asalto ese horizonte que debería abrir el camino.
Abrazos Poeta

 

Yo soy una enamorada fiel de los paisajes que la naturaleza ofrece sin esos muros que tu sueño propone y con esa visión que secundo totalmente. Me encanta lo que escribes Francisco. Un saludo y abrazo.

 

Y no moverse para no romper el encanto.
Un placer asomarse a este micro y formar parte de lo observado.
Un saludo, señor Francisco.

 

La mayoría de las veces vivimos encarcelados de esa libertad que solo en sueños creemos encontrar y al despertar vemos que somos libres pero que no tenemos el valor para ejercerla, así que nos volvemos presos de nosotros mismos. ¡Magnífico y profundo micro! Un placer disfrutar de su excelente prosa, Francisco Lechuga Mejia, reciba la más cordial felicitación y saludo.

 

Esa palabra enquistada en el colectivo a causa de una estúpida promesa y mandato absurdo al menos tienen su recompensa en trabajos frescos y reposados como el tuyo. Saludos cordiales para ti Francisco.

 

Es un bello instante de paradoja, de los que hacen respirar de verdad.
Un gusto leerlo.
Saludos.

 

Querido amigo y cuanto construimos, cuantas insalvables murallas tras una realidad que atenta contra toda lógica.
Asertivas letras
Gusto inmenso pasar y marcar en tu espacio
Un abrazo grande
Camelia

 

Con tal de no disiparlo"
Bello horizonte.
SaludosSaludos

 

P

Precioso instante que evoca libertad e imaginación.
Saludos.

 

Excelente. Un gusto leerle. Saludos.

 

Me encantan los paisajes con árboles, flores y ríos. Impregnar el alma con esa visión mágica pero al irse a la ciudad todo es diferente. Solo queda recordar o ir a pasear al al campo para sentirse libre como las aves. Bello escrito. Saludos cordiales.

 

Ahora si me hizo llorar, porque aquí en este aburrido lugar donde vivo no hay cerros, todo esta tan plano, seco, hasta los arboles lloran. No sabe lo mucho que extraño Monterrey, hay días más que otras, pero hoy extraño la ciudad que yo conocí, aunque sé que no es igual. También porque cada vez mi familia se hace mas pequeña y siento que me deslizo de mi amado país. Hace unos días falleció una tía mía por el lado mi mama, ya solamente queda ella (mi madre) y otra tía y no más. Chin…maldita es la vida ¿no? O mas bien decir la muerte…

Todo lo que escribe me emociona y produce algo…siempre algo,

Le quiero al borde del pecado sin pasar la línea todavía.

 

"qué cabrona es la muerte que se lleva a los que se quedan y no al que se lleva"

la acompaño en su pena y desde acá la abrazo con todas mis ganas