Parloteo

No hay tintura tan fuerte, sino aquello que se deja teñir. Si yo arrastro a tu amor a las profundidades de mi pobre vida, entre viejos rieles de tranvías y balcones desolados; entre párrafos resaltados en un libro perfumado de amarillo tiempo y la idea constante de lo que no existe, pues entonces el grafito terco que subraya el corazón a manera de palabras cruzadas, en un diario encontrado por ahí una y otra vez, entre mariposas de la noche y vinos oscuros, es la prueba de que tu obstinada piel del color de las monedas que se encuentran en los frutos mágicos, se desnuda sin penumbras sobre la ambigua sombra de mi sensación adolorida. Así de complicado, ves, es que el túnel al que arribo con la intención de llevarte, esa caverna sin dimensiones ni tiempo, de espirales orbitando vacilantes, me hacen describir un mundo inexistente, y por lo tanto exiguo, improbable y difícil de entender. Yo, que me declaro atrozmente débil pero de amor impertinente, tomo tu color.

 

Otra vez encuentro un tesoro sin descubrir, jaja, me alegro de llegar primero, porque estoy segura que este hará historia.
Es que no hay nada que te haya leído hasta ahora que no me deje impresionada.
Esta vez el protagonista pretende darse la oportunidad de una nueva ilusión , y aunque el color de su tiempo es de un opaco sombrío, dejará que un nuevo matíz con el intenso color del amor, predomine en él y renazca lozana la esoeranza .
Me encantó!
Más APLAUOS.

 

Jajaja, my lady...primera y única; comparto la alegría y la festejo. Gracias por lo dicho, aunque sí te encontrarás con algo, seguramente, que te "desimpresione". Certera fuiste, eso me gusta mucho. Una vida de túneles y pasadizos a lo más incomprensible, los cuestionamientos, el mundo filosófico, los misterios, y ese "parloteo" interno teorizando sobre si la realidad es la verdad; y en medio de tales disquicisiones, el lado vulnerable, el hermoso y sagrado lugar por donde se nos puede herir, es abordado por el amor, por su idea y forma; y es así que toda la complejidad se doblega, y a pesar de ella, uno toma su color.... qué alivio ¿no?.
Te estoy muy agradecido, muy. Y creo que una de las grandes bondades de la escritura, más allá de la catarsis, es esta maravillosa comunicación que siembra.

Un abrazo grande