Pensamientos cuantificados (en redacción)

Siempre imagine encontrar a la mujer perfecta como producto de la experimentación, esto significaba que cada vez que conocía a una mujer, la idealizaba, sucedía algo malo en la relación y terminábamos lo nuestro, toda esa experiencia quedaba en mí, para luego conocer a la siguiente chica, ¡pero claro!, esta chica tenía que tener las mismas características que la anterior más algo adicional, pero para que esta idea funcionase yo tendría que ser inmortal, entonces surgía la pregunta ¿Cuándo terminare la búsqueda?¿Cómo saber que es la indicada?.

Escuche muchas historias de parejas que de muy jóvenes se conocieron, luego se casaron y vivieron felices, pero me surge la pregunta ¿Aquel Hombre pudo haber sido mucho más feliz con otra pareja en el caso que él hubiera decidido terminar después de un año de relación con la chica con la que se casó? Eso implicaría niveles de felicidad, en la que existe un promedio de felicidad, y que a partir de ese punto uno puede decidir si continuar o no con la relación.

Hay muchas problemas con la frase “Te Amo”, para mi esa frase es sagrada, es equivalente a mi idea de que un hombre solo puede arrodillarse frente a una mujer a lo máximo tres veces en su vida, la primera podría ser cuando te enamoras por primera vez y decides declararle tu amor arrodillado, si te llegases a casar con esa chica sería perfecto, la segunda podría ser cuando pidas matrimonio, y la tercera podría ser por dos motivos, si te casas por segunda vez(con otra) o por que la amas demasiado, tus rodillas no te respondes y ahí estas postrado frente a la mujer que amas demostrándole todo lo que sientes por ella. Descuidadamente yo ya tengo dos arrodilladas y todavía no me he casado, ya se imaginaran que error cometí dos veces.

Yo pienso que debería existir por lo menos una palabra intermedia entre un “te quiero” y un “te amo”, si fuera de esa manera el rango de expresiones quedaría algo así: “Te Odio”, “Te Estimo”, “Te Quiero”, “Te Quiemo”,”Te Amo”. Esa idea la copie de una amiga que me contó detalles sobre su madre, ella odiaba a su madre porque no tenía tiempo para ella ni para su padre, y en resumen ella me decía: Yo no Amo a mi Madre, Yo solo la Quiemo.

Hay personas que no creen en el destino, ya que este no se hace notar, pero en mi experiencia parece que hay algo inexplicable que suele pasar y no nos percatamos, siempre cuento una anécdota que me paso sobre el destino, y sucedió así: Hubo un tiempo en la que estaba enamorado de una amiga, ella era morena, de cabello lacio y usaba anteojos de color morado, aquella chica la conocí en un salón de clases, aquel día llegue tarde, y me senté a su costado, la mire y noté que ella estaba en otro mundo, estaba concentrada en un papelito que había escrito, ella noto que la miraba, se sonrojó y me dijo: ¿Quieres leerlo?, me dio curiosidad y lo leí, luego de un rato le devolví su papelito, y me dijo : ¿Qué entendiste?, Lo que ella había escrito era un sentimiento de soledad profundo que estaba inscrito en sus pensamientos, algo que también estaba inscrito en mí, fue tan fácil explicarle lo que había entendido ya que era algo que conocía y sentía, Ella se sorprendió y me dijo: Eres el primero que lo entendió. A partir de ese momento nos volvimos muy buenos amigos, compartíamos pensamientos, ella escribía poesía y yo la leía, también quise aporte en ello y empecé a escribir cuentos fantasiosos. Pasábamos mucho tiempo juntos, y termine enamorándome de ella, no le llegue a decir nada sobre mis sentimientos hacia ella, y ella no me daba la seguridad como para declararle mis sentimientos. Los cuentos que escribía para ella consumían mi orden interno, siempre trataba de sacar algo de cualquier tipo de experiencia, a ella le gustaba lo trágico e inesperado de mis cuentos. Un día me llego una carta, era una oportunidad para estudiar en otro lugar, quedaba muy lejos de mi casa, aquel día en la noche no podía escribir, ya no tenía ideas interesantes, el papel quedo en blanco. Al día siguiente tome una decisión, devolví la carta y acepte ir a aquel lugar, no hubo marcha atrás, me fui por dos motivos, el primero fue que estaba volviéndome sensible y melancólico, no tenía metas a futuro y yo quería cambiar eso, el segundo motivo fue por ella. No me despedí, ni le conté nada, solo desaparecí. Pasó un año, había logrado algunas metas y me entro la nostalgia de volver a ver aquella chica, decidí buscarla, pero no conocía su casa, ni su dirección, tampoco tenía su número de celular, solo tenía una referencia de una avenida, yo estaba de vacaciones así que decidí ir a aquel lugar, solo fui para sentirme bien, caminar un largo rato y recordar buenos momentos, llegue a aquel lugar y era una avenida inmensa, empecé a caminar por aquella avenida, y vinieron los recuerdos de ella. El ruido de los carros interrumpía mis recuerdos, así que entre por una calle, y camine por tres largas horas, me detuve en un parque para descansar, ya iba a oscurecer, así que decidí irme, camine hacia la avenida para tomar un carro de regreso a mi casa, y en ese trayecto vi de lejos una chica que caminaba con una niñita, cada momento que avanzaba no podía creer que de una búsqueda absurda la llegase a encontrar, estábamos a metros de distancia y efectivamente era ella junto a su hermanita, fue agradable verla, sus ojos brillaban, su sonrisa era bella, inmediatamente nos abrazamos y nos quedamos un buen rato en esa posición recordando nuestros mejores momentos, el destino me llevo hacia ella, pero nuestra relación amical no floreció como antes y nos volvimos unos completos desconocidos.


El destino nos deja flotando en el tiempo, se olvida, nos hace polvo y nos tortura con la soledad, quizás esté ocupado diseñando mundos paralelos para tener una gama de opciones, de las cuales en cada paso que demos solo escogeremos uno de ellos. Pero cuando él se acuerda que los mortales necesitan compañía, trae consigo una persona especial que cambia y toca tu mundo.


Pasado un tiempo, el destino puso en mi camino a una amiga que no la veía hace muchos años, salimos, tomamos unas copas y me contó su vida, aquella chica había sido traicionada por su pareja, ellos llevaban tres años, pero todo terminó por aquella traición, ella quedó hecho trizas por un buen tiempo, al contarme le brotaron unas lágrimas y traté de apaciguarla. Después de un tiempo me invito a su fiesta, fue en una discoteca, estaban sus amigos del trabajo, que eran un poco mayores respecto a mí, El dj de la discoteca llamó a los cumpleañeros para que compitan por una jarra de cerveza y una torta, yo me ofrecí a ir con ella para amenizar al grupo, nunca había subido a un escenario, nos pusieron varios géneros musicales y el Dj pidió al público que votaran por las mejores parejas, estaba reñido, al final quedamos dos parejas, fue un duelo feroz, ya no tenía vergüenza que todas las personas me vieran, ella también tenía el mismo sentimiento, e hicimos nuestro mejor esfuerzo y ganamos, fue una experiencia hermosa
…….CONTINUARA….

...................
Leyendo por internet encontré estas palabras, justo cuando perdí a la persona que pensé que era mi destino…

“Ahora entiendo que a veces el amor no es sólo compartir una cama, estar juntos y decir te amo. A veces el amor no es sólo besarse a cualquier hora, pasar las horas juntas y tomarse las manos para pasear. Quién sabe qué carajo sea el amor, pero a veces el amor no es, simplemente no es. Y así nos pasó. Simplemente no era.”