Perdido en el laberinto

Perdí la cuenta, por fin ocurrió lo que tanto temía: no tengo idea de cuanto llevo caminando por aqúí, por este colosal laberinto infestado de pasillos.

Aborresco del todo la coloración de esta maldita celda: sus muros negros con blanquísimos pisos y techos han llebado mi agobio casi a la locura. Camino algunas horas intentando pasar recto los muros, más sin importan mi esfuerzo, vuelvo siempre a este punto.

No se cuantos años he prdido vagando, viendo solo ese montón de bardas que, apenas les doy la espalda, a gritos se burlan de mi desgracia.

¿Que es eso? ¡UNA SALIDA! ¡por fin encontré una salida! Debo correr. ¡Que alegría! por fin veré a mi familia: a mi esposa, aunque la puta con infidelidad mi esfuerzo paga... ¡A mis hijos!, auqnue son muy chicos, seguro me olvidaron... ¡MIS VIEJOS AMIGOS!, Mismos que por algo de dinero, me arrojaron a este abismo.

-El exausto personaje se detiene unos pasos antes de la radiante salida. Toda sensación de alegría abandona rápidamente su cuerpo. Da media vuelta y regresa al laberinto corriendo hasta perderse de nuevo-.

 

gracias por compartir este reato tan bonito te deseo

 

¡Estupendo!

ya desia yo que algun dìa alguien contestarìa algo de lo que puse... en otra oportuniada, pondrè màs cosas de lasque tengo por ahì