Perdiendo el tiempo

Cuando la tristeza me carcome, me pongo a pensar en sandeces

y vos te perdes en los recuerdos de las absurdas decepciones. Pero como no pensarte, si ahora sos el centro de mi radar; La soledad, el lápiz y este maldito papel son mi única compañia.
Cuanto quisiera poder desangrarme en medio de la lluvia, para aunque sea perder la memoria y no tenerte guardada en el baúl de los esperanzados pensamientos.

Tener que mentirte todos los días es abrumador, pero tratar de conservar tu amistoso afecto es una condena.

Y como perder el tiempo es una de mis aficiones, en esta noche de desmesurada melancolía, solo pienso en las inmensas ganas que tengo de besarte por cada peca que te acaricia, rozar tu piel mas intacta que el cielo y detener el tiempo para contemplar la magnificencia de tus ojos.
Mi corazón ahora navega a la deriva, dejandose llevar por el vertigo de tu delgadez, esclavo de tus cosas.
Desearia dejar de respirar esta misma noche, ahogarme en la ausencia de tu amor prohibido y asi recordarte tan perfecta e inalcanzable, perderme en los segundos, los eternos segundos que envuelven tu infundada frialdad e indiferencia. Pero me convertiria en ceniza, algo que jamáz recordaria tu alma. Por eso, aunque me haga un innecesario y enorme daño, no quisiera olvidarte nunca, porque sos mi medicina, tu acallada voz sazona mi desazón y al mismo tiempo desespera este inútil corazón.




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