Pero que poco te entienodo...

Mira como me cuesta entenderte pero te sigo, a veces no comprendo porque me amas tanto, personalmente creo que no eres normal, que la cordura no forma parte de tus características. Es extraño, no lo entiendo, pero me gusta, por eso te sigo, estoy a tu lado. Te busco todas las veces que puedo pero no tantas como quisiera, ni tan pocas para que no se diga que no te conozco.

Es curioso y particular que te fijaras en mí, y entonces pienso qué fue lo que me viste. Tú tienes la capacidad de ver todo desde arriba, desde la eternidad de tu nombre, quizás entonces viste mi final y algo de ello te gustó, dijiste sí, por qué no, me gusta. Eso es extraño para mí, no lo entiendo y me intriga.

Me confunden muchas veces tus planes y no alcanzo a comprender porque todo es tan difícil, pero lo que para mí es dificultad tú lo ves como algo insignificante, tú no te detienes en los pequeños detalles oscuros, tú haces camino a la luz del final del túnel. Tus ojos viajan más allá, y tu corazón permanece constantemente soñando.

Eres pasión, eres amor y nunca te cansas de esperar, eras constancia, eres paciencia, unas manos extendidas, el abrazo más esperado. Eres irrealidad, eres invisible, eso hace que muchos no te quieran ver. Pero eres esencia de amor, eres vida cada mañana, eres perdón, eres serenidad, eres un viaje por las constelaciones, eres fuerza frente a la realidad.

Y cómo escribir tu nombre, tantas veces que todos lo puedan leer, y como quererte tanto como tú me quieres y amarte como quisiera amarte, a veces toda mi vida se me vuelve complicada, y me comporto y me siento fastidioso, es cuando tú me miras desde lejos, como quien espera que a un niño se le pase la rabieta.

Realmente tú si sabes amar, ya quisiera poder amar como tú, amar en las flores, en las plantas, en los verdes y los azules, en el cielo y en la tierra, en el que mar grita tu nombre, porque no puede callarse de todo el amor que te tiene. Eres grande, abarcas el infinito, encierras la eternidad. Eres como el principio y el fin, como la historia que no puede acabar.

Y dentro de todos estos parámetros no te entiendo, pero casi sin saberlo te amo, te amo cuando callas y me miras en silencio, cuando sin hablarme me hablas y me cuentas historias maravillosas…y cuando en sueños… nos vemos.