Petición

Ella me pidió mis pensamientos; no podía negárselos. Desde el amanecer pienso en su desnudez, en los besos que dormitan en sus labios. Ella jura que no lo hago, que estoy ensimismado en mis tantas locuras, pero tengo tiempo para pensar, más de un instante, en su mirada que me desnuda el alma. Siente celos de mi soledad, de aquellas musas que me visitan por las noches, cuando escribo, pero ella es la tinta de mis letras. Al anochecer, le escribo un par de cosas en un papel; es mi manera de materializarla cuando lejos estoy. Ella me pidió mis pensamientos surcando en mi desnudez, ahogando un tácito gemido que le salía del alma.

 

Hermosa forma de expresar los latidos del corazón. Un placer leer y dejar mis saludos cordiales.

 

El corazón late desbocado una y otra vez.

Saludos.

 

Se entrega el corazón sin más, aunque en cada latido se muera un tanto.

¡Saludos de vuelta con más afectos!