Plegaria al Señor

Sudario de invisible rostro esquivo
de exquisita belleza angelical,
tu manto es fundamento sustancial
de un espíritu abierto e incisivo.

Redimes con tu rostro compasivo
los pecados del hombre demencial,
tu muerte ha sido ejemplo primordial
de salvación del mundo conflictivo.

Esperamos Señor Magno y piadoso
que guíes nuestros pasos al andar
el camino trazado del destino.

Con tu ayuda podemos soportar
todo instante difícil y escabroso:
derrama tu bondad en nuestro sino.

 

Que así sea , amén.
Sigifredo precioso soneto.
Un abrazo

 

No se redimen los pecados, sino al hombre que pecó.
Porque redimir es liberar al cautivo.
En todo caso, podemos redimir las buenas obras de un músico, o de un poeta...
Si nunca fueron publicadas, y las encontramos, encerradas en un baúl.





Redimir al niño autista, significa liberarlo de su cautiverio, que es el silencio permanente.
Y la mejor terapia, para ello, es la delfinoterapia.
Es decir que Jesús de Nazareth era un gran delfín.

 

Precioso soneto amigo .
Un encanto de versos que deseaban bondad y esperanza.
Un abrazo

 

yo no me siento culpable
de lo que este mundo me impone,
ni quiero que me perdone
por querer lo deseable ...
Vargas Vila

 

Del principio y del fín

 

Hermoso soneto, me encantó. Redime al hombre de los pecados con su sangre. Bello trabajo, te felicito. Saludo cordial.
Azalea.