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Polvo de estrellas...

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por luddor, 27 de Septiembre de 2011. Respuestas: 0 | Visitas: 822

  1. luddor

    luddor Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    27 de Septiembre de 2011
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    Polvo de estrellas:




    Espero que algún día me perdone mi ceguera. Espero que algún día me perdone mi estupidez.




    Lo tenía delante de mí... delante mismo... o más bien dicho lo tenía en mi interior... Todos lo tenemos en nuestro interior.




    Pero está mal divagar, está mal irse por las ramas... Mas lo que he de contar es tan importante que me tiembla el pulso mientras tecleo desatinadamente.
    Empecemos por el principio.




    El Hombre está formado a partir de Barro y Sombra y Llanto, como bien dijo el sabio León Felipe. La forma de expresar la agonía y la miseria del Hombre es su Llanto. Hay quienes dan un paso más y convierten su llanto, una vez ya lo han derramado, en Poesía. Hasta ahora pensaba que el Viento era el que nos inspiraba a los poetas, pero estaba equivocado. El Viento tan solo es la montura de la inspiración,
    que no es más que un jinete invisible que se cuela en nuestra alma por la puerta de atrás. Quizá no es su intención, tal vez es por casualidad. Pero se queda encerrada.




    Ahora he de decirlo... ahora. La inspiración es... polvo de estrella. Y el polvo de estrella viaja a lomos del Viento, que lo deposita en nuestro interior. Y la inspiración desea con todas sus fuerzas salir de un lugar tan sombrío como lo es el alma del Hombre. Pero no puede. Hay algo poderoso, poderoso y subconsciente que la obliga a permanecer en nuestro interior.




    Sólo hay un momento en el que el Polvo de Estrella puede salir de nuestra alma. Y es cuando se abre la puerta de las emociones. Pero no cuando está abierta de par en par, no, porque entonces la emoción la ocupa por completo; nos retorcemos de dolor, o sentimos que el mundo se acaba, o nos embarga una felicidad imparable.




    Es cuando tan sólo queda un resquicio de la obertura inicial cuando puede salir. Por tanto, es después de la experiencia cuando la inspiración huye de nuestra alma. Cuando apenas pensamos en ella, cuando no la sentimos con intensidad.









    Y aquí está lo que me atormenta de un modo insufrible. Porque cuando ha conseguido ya escapar, entonces la volvemos a atrapar. Por suerte somos lentos, y nuestro torpe manoteo sólo alcanza a atrapar una pequeña parte de la inspiración, y
    tornar el polvo de estrella en poesía. Cada vez que escribimos una palabra, un verso, una estrofa, un poema que es fruto de la inspiración retenemos un poco de polvo de estrella.




    Lo encerramos para siempre en el claustrofóbico habitáculo de las parábolas y los simbolismos y las metáforas. Y esa pequeña parte de la esencia de una estrella no podrá escapar jamás... jamás... Hay miles de estrellas mutiladas, incompletas, muertas... por nuestra culpa, compañeros, por nuestra culpa...





    Escuchen todos, esto es lo que he de anunciar.
    que vengan el pregonero, el niño y el carcamal,
    el indigente, el buhonero, el rico y el cardenal.
    Esto, compañeros , esto he venido a declamar:








    Poetas, compañeros... las estrellas nos odian.
     
    #1

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