Por hoy deniz duerme tranquila.

En veces me gustaría ser como deniz.

Tan básica, tan esencial, tan simple, tan desprendida de los eternos atardeceres sin valor nutrimental y con ausente fecha de caducidad.
Sentada en lo más alto de un accidente geográfico y amando profundamente el roce de sus piernas con unos cuanto kilos de hormigón mal cimentado.
Convirtiendo un espacio tan sencillo y cotidiano en algo casi mágico, sin el temor ni el conocimiento de que al crecer se volverá todo un rollo nostálgico que no la hará dejar de preguntarse si todos pensamos lo mismo en algún momento, si a todos les paso el tiempo igual de rapido y si por más que me aferre; la muerte es algo que no se puede evitar.

Por hoy deniz duerme tranquila, por hoy deniz no se preocupa.
Cabo tiburón se encargará de moldear su mente, crecer sus pechos, deformar su espina dorsal y finalmente apagar su preciada existencia.