¿Por qué quiero que la muerte me sonría

En vela. Mi soñar mío empieza,
al borde de tu cuerpo,
arropado con aquellas sabanas tibias.
Están las estrellas de testigo,
y la luna de espía… te espía.
Los rumos de las damas cristalinas,
en tus ojos mimados,
es mi avidez propia.

Curvas sensuales de labios prohibidos,
besos donde el olvido no se fía,
y rubor que titila un irradiar,
de soles consigo.
Mis recuerdos de los ayeres contigo
fueron tan efímeros
Pero yacer contigo
da de gran innato,
el no envilecer,
o caer en acogedora tentación.
Así por eso,
quiero que la muerte me sonría
y tras de mí la vida ira.
Y tú con ella…

 

Si no te sonríe, al menos no te ha de mirar indiferente.
Por el escudo de vida que tienes en sueños y amores.


Mis sinceras felicitaciones poeta, por esta grata conquista poética.

 

Felicitaciones, muy bello poema. La realidad es que en esta tierra es corta la vida y la muerte siempre espera, saludes, mis mejores deseos.