Primera Carta a Mi Adorable Tormento

Caracas, 20 de Febrero de 2016
​

Mi Adorable Tormento:

Han pasado 7 años desde que te conozco y, a pesar de este tiempo, mi corazón sigue latiendo por ti de la misma forma en que te conocí por primera vez, como no recordar esos días... Recuerdo esa larga melena del color del azabache, esas hermosas perlas negras que miran fijamente y sobre todo esa hermosa sonrisa que deslumbra desde lo lejos, era imposible no quedar hechizado ante semejante sortilegio. Desde ese día supe que tenía que conocerte, ya que no podía dejar de pensar en ti, pero gracias a la Divina Providencia tu misma viniste a mí y en una serie afortunada de encuentros poco a poco fuimos convergiendo hasta que ambos, en una relación definida por nosotros dos, en esa maravillosa noche, noche de mucha magia y encanto, tú y yo nos volvimos un solo ser.

Pero los momentos de dicha hay que vivirlos al máximo ya que duran poco y como la fatalidad está siempre a la orden del día, aún sabiendo que nuestro destino era andar por sendas distintas, a pesar de que fuésemos un solo ser, el momento de partida llegó mucho antes de lo esperado, y entonces te convertiste en mi adorable tormento, ya que mi corazón nunca supo como sacarte, como borrarte, como olvidarte, siempre te las arreglaste para permanecer ahí, a pesar de que hice todos los intentos, a pesar de que recorrí los cuatro puntos cardinales, a pesar de que te sometí a la inexorables espadas que marcan las horas, e incluso a mi voluntad de asesinar aquel sentimiento, siempre permaneciste en mí oculta como una sombra. Nunca pensé que esa hermosa relación que nos atrevimos a definir ambos, una relación que desafía todos los estándares que existen en el conjunto de las relaciones uno a uno, llegase a ser tan poderosa, a tal punto, que me obliga, me subyuga a no borrarte.

Hoy en día me entero que tu alma está llena de sombra, una sombra que te consume, hasta el punto de atentar contra tu vida. Esta misiva es para pedirte, que no me abandones, ya mi corazón ha aceptado el hecho de que siempre estarás en mí, no me dejes, ya que sería el peor de los tormentos que me causaras, no trasciendas aún, todavía nos queda cumplir una promesa que ambos hicimos y nos toca terminar lo que una vez comenzamos. Se que tu dolor es grande, pero no caigas en la tentación de irte, nos queda una pequeña infinidad de cosas por vivir. Te lo pido desde lo más profundo de mi corazón.

Tuyo para siempre
Tu Caballero Andante. ​