Prosa al recuerdo

Se que te deje olvidada, enclaustrada en recuerdos de telarañas…

Se que eras tu mi fiel compañera, en gallardas batallas de insomnio cual tiritar de grillos nos envolvía de sendero en sendero al mundo mágico de hadas llenando de quimera nuestra abulia…

Recuerdos, de silencio producido en una milésima de segundo que solloza en la masa palpitante, mil de recuerdos que perturbaron el sosiego del ente haciendo un paso latente en quedarse acostado, solo digo como una vez me dije: “no más” y los recuerdos de ensueño se quedaron olvidados contigo mi fiel inconsciente.

Compañera en azares del destino, tú que supiste guardar como testigo las acidas noches de espanto cubriéndome con tu manto de llanto el silencio que retumbaba en un cuarto.

Como un paralelepípedo de fondo y caras claras, típica figura del hombre que se queda en la nada cual lánguido paso y su mirada taciturna nos hace señalarlo, como cientos de feligreses profesando nuestra concepción comunitaria creencia vaga heredada de nuestros antepasados sacrilegio quien ose romper el eslabón, llamarlo “loco” con aquella conducta manchada entre la sociedad por no hacer y deshacer como el imperio lo impone, “poco común” diría yo en breve palabras. Y mas me dicto es “¿loco?” aquel que se distingue en estar en una pensión con medicamentos, atención gratuita, donde ni siquiera la necesidad básica de todo mortal puede realizar con sus manos ya que seria manchar su honorable cargo de “señor loco” como es el ir a los servicios higiénicos realmente es loco aquel personaje, o aquellos que van ajetreados, estresados, malhumorados, en un vaivén incesante de responsabilidades cerrando el paso al honrado que quiere progresar y cediéndole al deshonesto que se quiere aprovechar ¿Quién es el loco? Te respondería el “señor loco”…

Pues yo loca o no loca o como quisiesen llamarme me domicilio en una estancia casi, casi igual al de ellos, paredes y techo claro sin objetos punzantes con servicio a la habitación, visitas regulares de algún familiar o amigo, lo malo es la restricción de salidas en especial aquel adorno alentador una armella y un candado que viola mi derecho a la libertad… no todo es perfecto “dicen” pues ahí hay un claro ejemplo de la realidad.

Mil historias podría narrar pero no me lo permiten compañera que yace triste, reprocha el olvido, el desgano, la apatía, que le he brindado en un par de años aunque déjame decirte que no es así mi querida y afable amiga no fue el olvido ni el desgano que me alejo de ti, en un principio talvez pero sucedió que unos ogros llegaron a esta adornada cueva de lagrimas y lamentos que compartíamos, y arrancaron de mi ser los pergaminos y la memoria de una era avanzada donde se posaban las remembranzas de casi toda una vida e hicieron añicos de estos, pues como dicen de polvo eres y de polvo serás, sin importarle la agonía que rebalsaba el meandro de mi llanto, yo vocifere en la cima del Huascaran a ver si escuchaban el lamento pero mi grito era callado y solo quedo en un recuerdo, y así sucedió que consecutivamente mi alma y me mente se confabulaban en dejarte de lado culpándote de ser tu la que inspiras los relatos de quien profesaba la agonía del suicida. Por consecuente mis días se hicieron noches, las noches semanas y pasaban, pasaban los meses y se hicieron años aunque no fueron años maltrechos muy por el contrario fueron años de resurrección de vida, de cuerpo y mente; donde mi ser inerte salio del capullo y voló o la mas alto de los filos del Amazonas observando en un principio lo frondoso de la maleza que pone obstáculo con tal de dejarte recluido en el limbo de la desventura, tácito recuerdo de noches en tortura…

Se que hice mal y que no debí de olvidar que eras tu la que me acorruca, pero que podía hacer la vida esta llena de errores y yo no era la excepción a ello, y no es que me justifique ni mucho menos que trate de evadir responsabilidad solo que al igual que muchos me deje llevar y arrastra por la corriente globalizadora de hombres, mujeres, discotecas, tragos, cigarros alguna que otra tentación carnal llevando en paralelo el futuro de la vida, de mi vida, dejando atrás aquellas bofetadas regaladas en primavera, otoño, verano, invierno, cual antitesis de estación no cambiaba mi conducta y me aferraba mas a tu lazo, a tu seno de calamidad.

Pues ahora mis veranos han pasado atrás quedo aquella chiquilla que contemplaron los ojos de la irrealidad, aquella endeble figura frágil al llanto y la desventura de los demás, aquella de esquiva mirada cual paso de cangrejo no dejaba a la meta llegar, atrás quedo aquellos días y noches sin aliento en el cual el único objetivo era el subsistir en la caótica ciudad, empolvada de hollín de centenas de buses que la competencia a la muerte quieren llegar, atrás queda esa inocencia que se esconde tras el mismo rostro del “yo no fui”, atrás queda miles, miles de recuerdos que nuevamente posare en ti, ya que eres tú como una vez te dije: “mi fiel compañera clásica amiga, que compartes conmigo el todo de todos y de quien no quisiera, pues eres tú y nadie mas que tú, la que en un ayer, hoy, mañana y el siempre persistirá no solo para mi, sino para cientos y cientos de personajes de todo el mundo y en todas las eras, desde un tintero y un pergamino, un lapicero y una hoja, un teclado y una pantalla, la que comparte alegrías tristezas del mundo que aun nos queda.

 

Me gustó, un placer leerte.