Puedo caminar lento

Puedo caminar en el fango, lento, pero muy erguido... a paso firme... dígase tarde o noche, entre bosques y praderas barridas por el tiempo... y seguir caminando sin descanso alguno.

Y puedo convertirme en poeta de alas invisibles que centellea cegueramente entre millares de filósofos agrupados por un mismo sentimiento: el amor, como ocurrió en aquel junio extinto... juró que no soy filósofo ni poeta!... sólo sigo caminando a paso lento, pero erguido.

Puedo volar en el aliento de las nubes y acariciar el rostro inmortal con mis letras.

Me convierto en recuerdo cuando a tu mente acudo, con mis perlas y rubies convertidas en adjetivos, describiendo lo hermoso que era tu cuerpo... qué grandioso era verte caminar entre los olorosos pinos dorados.

Pude ser el gobernante de la utópica ciudad de los deseos cumplidos, y abrazaros para apartar el dolor intenso que te agobiaba en las mañanas. Pude ser la cura a tus males y la aventura adrenalítica que hubiese acelerado tu ritmo.

Ahora, todo sueño o toda ilusión la puedo cumplir, pero sólo una cosa no puedo: exprimir de lo profundo y extraer de los adentros, todo este inmenso amor que aún sobrevive y no puedo aniquilarlo... aunque ande lento o aunque ande erguido.