Puente arrodillado.

El desvencijado y dolido puente aún se mantiene en pié en algunos tramos, en otros solo algunos escombros testimonian su antiguo esplendor, ha sido mordido con saña por el río, atravesado por aguaceros y empujado por vientos huracanados.
Sus ojos antaño abiertos y claros hoy cegados ya no miran de frente al río, que finalmente ha ganado la batalla de siglos entre ambos, y arrodillado espera su fin no muy lejano.
Y recuerdo aquella noche sobre el vetusto puente romano en aquella noche de luna llena nos besamos y nos abrazamos y nos hicimos un solo cuerpo, el río, la luna, el puente, tú y yo.
Y pensé en aquella ocasión que nuestro amor sería perpetuo y pétreo como el puente, y glorioso y eterno como el río, y claro y casto como la luna de aquella noche.....

Y el puente de rodillas y ciego, el río seco y descuartizado y la luna sola y muda y nuestro amor reposa hace años en la tierra sepultado.