¿Que cosa es más importante?

¿Qué cosa es más importante?
¿Dónde estará escondida la sonrisa?
¿Acaso es importante el golpe o lo que este genera en el pecho golpeado?
¿Dónde estará mi recuerdo?
¿Y donde mi vergüenza de no ser?
¿Y donde pondré mi lógica?
Esa que me mira en el espejo todas los días y grita que esta viva.
Si no tengo más luz o si tintinea, pese a lo que digas, ya no te interesa.
Quizás no tengas radio.
Quizás la onda no llegue hasta tu oído y pese a ello o a cualquier cotidianidad posible, estará en el aire sorprendido de esta noche.
En esta noche alza su grito que todo lo arrasa. Te amo.
¿Y que quiero decir con ello? ¿Es más importante el estatus que el marco de tu cara, la bandera libre de tu cabello cayendo en mis manos para ser cascada, noción de libertad, llenándome las ganas?
¿Dónde estará mi aliento?
¿Dónde ira mi dolor?
¿Dónde esta angustia de no verte?
¿Por qué están buscándote mis ojos alertas, en cualquier lugar y circunstancias? En cualquier aroma, tu perfume y el eco de tus pasos en cualquier madrugada vistiéndose de tres de la mañana.
Tan lento se va la vida de estos muros solos, de este asfixiante abrazar y querer abrazar en un lugar y un espacio vació y solo sin ti, sin ninguna esperanza.
Acaso sea valido ahora venir y decir no necesito nada, ni la rosa de los vientos, ni el eje del mundo, de este mi planeta tierra, del horizonte, ni ese paso que daré hacia un nuevo horizonte, y que este exista sin singularidad.
Solo te necesito a ti.
¿para que quiero el tiempo? Si mi tiempo se quedo a vivir con tu labio guinda.
Ya no te importa
esta temporalidad
que digo mía.
ni el dolor,
ni el asco,
ni esa asquerosa
arcada
que me provoca
tu sociedad.
Y la sociedad
somos todos,
por acción u omisión
sentidos llamándome
en la noche,
un grito,
un beso,
un disparo,
a las tres de la mañana.
Un compromiso,
un novio,
un algo que se rompe,
un reflejo
de tibio
que como no lo quieres
cae en cualquier
parte
y corre a esconder
su vergüenza
de haber
dado todo
y aun así
ser rechazado.
¿Cómo harás ahora
para negarte
lo que sientes?
¿Y en que cajón?
Y donde pondrás
esa sonrisa
que me nace
cuando te veo
venir.
Y la huella
y el camino
que solo tu mano
o tu piel
pueden transitar.
Yo se que no te importa.
que soy accesorio,
complemento,
lo socialmente permitido,
entre todo este oropel
y lagrima
de tu sociedad,
con pus,
con los ojos anhelantes
de lo nuevo,
de lo viejo,
o lo que te venden
o lo que te compran,
o lo que vendes tuyo.
Y no hay
dinero suficiente
para comprar
lo que siento.
De lo que sonreían
detrás de esa
vidriera social,
y mi mano era de piedra,
y mi mano sigue siendo de piedra.
Dejaras correr el tiempo y el espacio se envenena mi sangre con olvido, transitare los caminos de la amargura, cada paso me costara dos pasos, cada luz me costara dos luces, pero aun así. Seguiré sabiendo que quiero decir cuando te digo que te amo.
¿Es más importante el golpe o lo que es golpeado?
El estar es importante en cualquier momento, cuando siempre se esta.
El hombre sueña, su sueño de ser distinto, de cambiar los ejes, de romper los diques, de construir nuevas formas de vivir y vivir fundamentalmente con sus sentimientos, sus sentidos y esa medida, esa forma de medir ese ensayo y error.
Un ir y venir sin avergonzarse de su camino, caminar por estas calles de la sociedad del permiso, del conceder, del que dirán y del dirán igual.
La vida se va cantando, me saluda con sus manos de horas y minutos, con su cortejo de tic-tac y se va.
Ahora es tiempo.
No importa lo que siento.
No importa lo que sientas.
Ya elegiste.
Ya tomaste una resolución, sin importar nada más.
Un teléfono suena con sonido de palabras y verbos para decir fundamentalmente presente.
¿Y donde estas ahora?
¿Dónde el placer? ¿Donde el dolor? ¿Dónde esta este sentir que nada que te diga te es valido?
¿Dónde pondrás mi dolor?
¿Dónde pondrás la palabra?
¿Dónde pondrás mis manos en tu espalda para definir camino?