¿Qué fue de Bella sin él?

El cuento de su vida se acababa
y Bella suspiró apocadamente.
Su rosa tan hermosa y floreciente
un martes por la tarde marchitaba.

No sabe si fue Dios que la llamaba
con ganas de abrazarla tiernamente
o fue la soledad -su bestia hiriente-
la fiera que a mordidas la mataba.

De nada ya le vale este castillo
-su amado emperador marchó lejano
llevado por la Luz y por su brillo-.

Hoy Bella tiene frío aunque es verano,
verano en el jardín, no en el pasillo
por donde todo es hielo sin su mano.

 

Bello, muy bello... La soledad, la tristeza... Un cúmulo de sensaciones
que hacen que el alma se quede muerta, de por vida...
Un beso.

 

Bellos versos, una maravilla de poesía preciosa.

 

Muchas gracias Rosa Amarilla por tu comentario. Huyamos de la soledad y de la tristeza, de esa maldita Bestia que nos vuelve insensibles y moribundos. Pintemos de un hermoso verde Esperanza nuestras paredes interiores y al instante veremos como esos malditos muros caen a nuestros pies. Un beso agradecido para ti.

 

Muchas gracias Jorge!!!

 

La bella Bella seduce hasta la soledad. Otro gran soneto.

Saludos poeta.

 

Saludos Ciprés. Muchas gracias.