Qué valientes

¿Son solidarios los antivacunas?
¿Les importa la vida de los otros?
¿Merecen el respeto de vosotros?
¿Por qué les acojonan las vacunas?

¿Les preocupa el mal de su vecino?
¿Entienden el concepto libertad?
¿Son generosos con la humanidad?
¿Les importa infectar, un gran pepino?

Grandes patriotas son con su bandera,
bonita forma de entender la patria,
sin respetar a sus conciudadanos.

El egoísmo gris les desespera,
sin saberlo conforman la antipatria.
¡Vaya valientes de cerebros planos!

 

Hola, querido Paco.

Mi sincera opinión es que el amor es un acto discriminatorio, en el sentido de que los hombres solo pueden amar aquello que de verdad conocen, sin tener más tiempo o energía de amar cuanto desconocen. De este modo, yo puedo amar con plenitud a un puñado de personas, seguramente las que conforman mi familia, pero cualquier invocación de amor universal hacia la humanidad se diluye en una abstracción sin asideros materiales sólidos, sin caras conocidas, sin experiencias compartidas, sin auténtica comunicación, sin lazos comunitarios fuertes y, por supuesto, sin estructura para la comunión, lo cual se ha venido acrecentando con la postmodernidad en contextos cosmopolitas y sociedades supuestamente avanzadas. No, no me importa tanto el vecino, a quien desconozco, o la humanidad, la cual no abarco, como para comprometer mis principios y mi pensamiento crítico ligado a mi libertad individual. Y ojo, porque estoy vacunado, pero no por razón social. Con todo esto quiero decir que apelar a la solidaridad o el bien común en este caso es mirar las cosas a través de una óptica muy sesgada, sobre todo cuando no de verdaderas vacunas estamos hablando, sino más bien de terapias génicas, y todo ello envuelto en un panorama geopolítico tremendamente sospechoso. No, Paco, siento decirte que paso a engrosar las filas de ese grupo de los por ti considerados monstruos egoístas y asociales. Yo estoy bien conmigo mismo, sin embargo. Mi conciencia está tranquila.

Espero encontrarte bien y te mando un fuerte abrazo, amigo.

Carlos

 

Te voy a dar mi opinión sobre las rimas en sentido técnico del soneto: vacunas -antivacunas y patria y antipatria, a mi entender, no son de recibo. Perdona mi atrevimiento. Un abrazo Paco.
Miguel

 

Pues si que tienen el cerebro plano, tal vez creen que la tierra es plana, pero no es cuestión de patriotismo, es de ¡SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE!
Es cuestión mundial. Es cómo lo de la contaminación mundial. Pero, bueno, hay que ver para creer. Un gusto leerte

 

Gracias Carlos, por tu extensa opinión. El hecho de la pandemia y su remedio, es algo incontestable. La vacuna se terminará implantando obligatoriamente, porque eres libre de aceptar o no un tratamiento para el cáncer, ya que solo atañe a tu persona, pero el covid es una enfermedad muy contagiosa que extiendes al resto de ciudadanos, y cuando no mata, deja secuelas muy perniciosas. Así que no eres libre de elegir, ya que tu libertad termina cundo perjudicas a los demás. Y no hay que amar al universo, para no quererte enfermar, ni que enfermen los tuyos, es cuestión de supervivencia. Es de cobardes negarse a la vacuna por los posibles efectos secundarios, y sí acudir al remedio solidario y hospitalario cuando se enferman, sin importarles haber contagiado a miles de personas mientras.

Un abrazo, amigo.

 

Así es, Miguel. Técnicamente no es un gran soneto, no lo niego.
Un abrazo, amigo.

 

Así es compañera. Muchas gracias por tu opinión.
Un abrazo.
Paco

 

Me resulta realmente impactante que haya tan poca gente, a día de hoy, capaz de entender que forzar a un adulto a que se le introduzca una sustancia en su cuerpo contra su voluntad, independientemente de las circunstancias que lo rodean, es una flagrante violación bioética que espero no logre jamás arraigar en lo que quede del mundo libre.

Un abrazo

Carlos

 

Afortunadamente la gran mayoría de la población mundial está a favor de la vacuna y piensan que ha sido una enorme suerte tenerla en tan poco tiempo, (me dejaría realmente preocupado que fuera al revés)
Y sí, estoy de acuerdo contigo en que por mucho miedo o desconfianza que tengan los antivacunas, no vacunarse es insolidario, a no ser, claro, que se viva en una cabaña en el monte.
Personalmente no estoy a favor de la vacunación obligatoria, pero sí de tomar medidas (como la suspensión temporal de empleo y sueldo) contra aquellas personas pertenecientes a algunos gremios como la función pública, sanitarios, maestros o cualquier profesional que trabaje cara al público, y no se quiera vacunar. Un abrazo.

 

La primera vacuna, de Pfizer, salió de Portage, Kalamazoo, Michigan, lugar en el que me he dejado los mejores 7años de mi existencia, y en donde la gran farmacéutica para la que trabajaba el bueno del padre de mi novia tiene una cantidad de adorables perritos beagle con los que probar drogas y mejunjes varios como para desear que todos los perros vayan al cielo.

Desafortunadamente no han sido en sentido estricto vacunas lo que se ha ensayado en tiempo récord con un segmento masivo de la población, sino modelos experimentales cuyas secuelas comienzan a notarse enseguida (el gobierno británico ya ha detectado que los varones ingleses de menos de 60 años vacunados tienen un índice de mortalidad dos veces superior a los no vacunados en los seis últimos meses). Aunque este tipo de anécdotas de cobaya en laboratorio no es el tema de discusión. Aquí lo que se están definiendo son las fronteras de la libertad. ¿Dónde acaba la libertad colectiva de la salud pública y comienza la libertad individual de proteger la salud e integridad del propio cuerpo? Conflicto entre moral y ética que solo puede ser resuelto, si queremos favorecer la libertad en sí misma, corriendo riesgos, sacrificando parcialmente nuestra seguridad. Y no estamos hablando de que un padre obligue a su hijo a vacunarse, o de que un juez obligue a un psicótico a medicarse, o a un toxicómano a someterse a un tratamiento determinado, sino de personas adultas, sanas y en sus cabales que deciden libremente no permitir que el estado les inocule una sustancia ajena a su organismo (sin que por ello sufran tampoco consecuencias sociales adversas como marginación laboral etc), incluso si de esta forma pueden estar poniendo en peligro a otras personas. Pero es que esto se ve mucho mejor cuando extrapolamos el factor vacuna a otros contextos. ¿Acaso se debería haber encarcelado a todos los homosexuales para frenar el virus del sida? ¿Acaso se debería haber castrado químicamente a todos los pedófilos para frenar el consumo de pornografía infantil? ¿Se debería tratar con estrógenos a todos los hombres para neutralizar su naturaleza de violadores en potencia? ¿Deberíamos forzar a todos los conductores a consumir fármacos contra la dipsomanía para evitar accidentes de tráfico? ¿Cuándo paramos? ¿Cuándo tendremos análisis bioquímicos fiables que procesados debidamente por algoritmos a tal efecto puedan determinar la disposición criminal o peligrosa de los individuos para poder así someterlos obligatoriamente a tratamientos preventivos y medidas coercitivas antes de que hayan incluso cometido cualquier tipo de delito? ¿Pero de verdad es necesario hacer este tipo de preguntas para que a uno se le caiga la venda ideológica de los ojos?

Yo creo que no.

Un abrazo

 

Grandiosa reflexión. Ardo en deseos de saber si hay alguien capaz (con la misma objetividad y sensatez que tú lo has hecho) de rebatir tus sabios y humanos argumentos...

 

Me apunto a esta magnífica reflexión de Carlos. Pero saldrán los ideologizados con sus anteojeras y seguirán con su machacona opinión, son enemigos de la verdad y por supuesto de la libertad. Y alguno contestará "peras vendo". Un abrazo a los dos.
Miguel

 

Bueno, vamos por partes, Carlos.

En primer lugar decirte que para mí este asunto de la vacuna del cóvid no tiene nada que ver con "vendas ideológicas", por lo menos en mi caso; no me considero portador de ninguna venda de tipo político o ideológico.

Segundo. Ese dato que das sobre la muertes en Reino Unido en los vacunados, me suena a manipulación de la realidad (no por tu parte, pero sí por parte de grupos interesados en "vender" su "verdad"). No se puede sacar conclusiones claras por unos datos, que aun si fueran ciertos, pueden deberse a otros muchos factores que no tienen que ver con la vacuna en sí (y más en el espacio de solo seis meses). En cualquier caso, si tienes a mano esa noticia me gustaría que me la pasases.

Tercero. Los ejemplos que pones no me resultan comparables al que tratamos en este debate sobre la vacunación más o menos forzada del cóvid por parte de los gobiernos.
Ya he dicho que no estoy a favor de poner la vacuna a quien no quiera que se la pongan, aunque sí de tomar medidas contra quienes no lo hagan; pero esta bien, vayamos a tus ejemplos.

"¿Acaso se debería haber encarcelado a todos los homosexuales para frenar el virus del sida?"

La homosexualidad no es una enfermedad o un delito, y tampoco es contagiosa. Segundo, el sida no se contagia por hablar con alguien o compartir el ascensor o cualquier otro espacio pequeño y/o cerrado. El sida solo se contagia a través de las relaciones sexuales o por la sangre, y también se puede contagiar entre heterosexuales, o simplemente por utilizar jeringuillas contaminadas.
Ni todos los homosexuales han de tener sida ni todos los heterosexuales están libres de tenerlo o contagiarlo.

"¿Acaso se debería haber castrado químicamente a todos los pedófilos para frenar el consumo de pornografía infantil?"

Suponiendo que la castración química impida realmente cometer delitos contra los niños, sinceramente no lo vería tan mal hacerlo sobre los pedófilos que los han cometido o utilizan material delictivo.

"¿Se debería tratar con estrógenos a todos los hombres para neutralizar su naturaleza de violadores en potencia?"

Perdona, pero esto es una tontería, ¿"naturaleza de violadores en potencia"? ¿naturaleza genética, psíquica, educacional, humana...?.
En fin, sinceramente me parece absurdo y mucho más comparándolo con el asunto que tratamos.

"¿Deberíamos forzar a todos los conductores a consumir fármacos contra la dipsomanía para evitar accidentes de tráfico?"

Pues, hombre, a los que sufren dipsomanía sí, a los que no la sufren no.

"¿Cuándo tendremos análisis bioquímicos fiables que procesados debidamente por algoritmos a tal efecto puedan determinar la disposición criminal o peligrosa de los individuos para poder así someterlos obligatoriamente a tratamientos preventivos y medidas coercitivas antes de que hayan incluso cometido cualquier tipo de delito?"

Algún día, amigo, posiblemente algún día..., y realizado de manera coherente y humana (con tratamientos preventivos, no medidas coercitivas) quizás no esté mal. Y yendo más allá en este punto a medio camino entre la realidad y la ciencia ficción, muy posiblemente, en un futuro hasta se podrán evitar algunos tipos de "defectos patológicos" físicos y/o psíquicos mediante la manipulación genética a nivel embrionario.
Es un tema polémico y controvertido en el ámbito ético, pero en cualquier caso muy interesante de debatir.

Y bueno, volviendo a la realidad y a la vacunación del cóvid, sí, sigo pensando que a las personas que trabajan de cerca y pueden contagiar a otras personas, se las debería "motivar" de alguna manera para vacunarse (como decía, a los que se nieguen, con suspensiones temporales de empleo y sueldo)
Por ejemplo, ayer leí que en el próximo Grand Slam de Australia ya han dicho que no podrán participar en él los tenistas no vacunados, y a mí me parece bien.

Un abrazo.

 

Dios mío, Luis, es que aunque uno intente estar callado, es imposible porque hay que oír cada cosa...
Suspensiones temporales de empleo y sueldo por no vacunarse... ¿Y por qué no un campo de concentración?
Definitivamente la humanidad tiene que desaparecer, hemos llegado a un punto de no retorno

 

En personas que se nieguen, y por su trabajo pueden contagiar a otras muchas personas, sí.

Desde luego yo no llevaría a un familiar mío anciano a una residencia donde los empleados no se han vacunado; y como yo, creo que así lo harían el 99% de las personas que tienen a sus padres o abuelos en residencias.

 

Ya lo dije por ahí en otro comentario, que acabarán a los que no se vacunen poniéndosle una estrella en el pecho y serán cerrados en un gueto. Hay mucho autoritario, luego no dejan de hablar de Franco. Hipócritas que son legión.

 

Yawn

 

El mismo bostezo me produces a mí.

 

Sí, a ver, ya tengo una Cruzcampo y la niña se ha callado. Vayamos por partes.

Sigo pensando que, como dice el refrán, no hay más ciego que quien no quiere ver.

Es probable que el dato sea una manipulación, porque como sucede con cualquier sistema complejo (por ejemplo el cambio climático que no deja de aumentar la temperatura del planeta constantemente desde el pleistoceno y la última glaciación sin remitirnos directamente a la acción del hombre) nada está claro con las mal llamadas vacunas, aunque te aseguro que informaciones que las ponen en la picota las puedes encontrar a mansalva, sin necesidad alguna de que te pase una noticia sepultada ya por otras muchas con las que me he topado en Twitter en las últimas 48 horas.

La homosexualidad no es una patología clínica, sino una condición u orientación sexual, y algunas condiciones sexuales se consideran parafilias y/o trastornos psiquiátricos, como aquellas derivadas de la dismorfia de género basada en la alienación con respecto al propio cuerpo. La primera persona con la que compartí habitación durante un año en USA padecía este trastorno, y pasó de llamarse Alex, a llamarse Alena, y créeme, cambiar legalmente de sexo no parece haber logrado estabilizarlo mucho que digamos.

Un amigo mío vivió con sida durante más de treinta años, hasta que hace dos, fue finalmente un cáncer, curiosamente, lo que lo mató. Jugábamos al ajedrez en la calle, en Cáceres, plaza Marrón. Otro amigo creo que lleva mucho tiempo con sida también, y hace cosa también de dos años que lo vi en la calle Kutxillería, Vitoria-Gasteiz, donde vive en una especie de albergue y sigue tratamiento con retrovirales. Solíamos beber cerveza y fumar porros todos los días juntos.

Sé lo que es el sida y cómo se contagia. Si lo traigo a colación en relación a la comunidad homosexual es porque hace ya mucho tiempo que es precisamente dentro de esta comunidad donde se concentra de manera abrumadora la inmensa mayoría de casos de síndrome de inmunodeficiencia adquirida.

Lo de los pedófilos. A ver, sabes que tengo una criatura de dos años, y a mí los pedófilos me joden mucho, pero no son pederastas hasta que se demuestre lo contrario, y además, abrir la puerta de la castración química es una caja de Pandora que luego puede volverse en contra de disidentes políticos y personas desafectas al régimen de marras. Me viene ahora a la mente la castración química con la excusa de su homosexualidad del gran Allan Turing en el Reino Unido en los años cincuenta. Creo que para esa gente, sobre todo los convictos reincidentes, está el endurecimiento de los regímenes penitenciarios.

Lo de los violadores en potencia es, como bien apuntas, una soberana soplapollez, y si la planteo es porque el feminismo radical progre lo ha adoptado como uno de sus delirantes mantras, del cual me descojono.

No, a los dipsómanos se les retira el carnet directamente, compañero, porque priban desde que se levantan y van siempre mosca. Pero supuestamente todos somos susceptibles de ser dipsómanos, como lo somos de contraer el COVID, y como más vale prevenir que curar, pues fármaco al canto que te cuela el estado, o vacuna chunga que te endilga, no vayas a cagarla.

(Voy por otra birra en vaso de sidra)

El tema entre realidad y ficción, sí, ciertamente es combustible de debate, pero cualquiera que haya prestado atención a cierta literatura al respecto, se cuidará muy mucho de emitir juicios apresuradamente optimistas al respecto, cuando no se acojonará directamente ante las implicaciones del tema. Supongo que Harari te gustará mucho.

Con lo del Open de Australia reconozco que me has tocado la fibra, y ciertamente que en centros médicos o de tercera edad, deberían implementarse enérgicamente políticas incentivadoras de, si no vacunación, al menos los protocolos de seguridad más estrictos posibles. Pero eso ya es hilar muy fino. Cuando me dieron el visado para USA tuve que vacunarme de cosas que llevan, o llevaban, erradicadas en España 30 o 40 años, así que no lo veo como una medida excesivamente anómala.

Salud

Un abrazo

 

Todos los contraejemplos que propones, están a años luz, de una inocua vacuna que protege al individuo y a "toda la sociedad" de una enfermedad contagiosa y mortal. Y tendríamos que ver dónde estaríamos ahora, si la mayoría nos hubiésemos negado a vacunarnos.
Y no es una cuestión de ideología, sino de salud. Quien tenga o vea venda ideológica sobre esto, tiene un problema.
Un abrazo, compañero.

 

Paco

Paco, problemas yo tengo unos cuantos, pero este que tienes tú con el concepto de libertad, y con las filiaciones políticas fanáticamente incondicionales, ese problema, Paco, y te lo digo desde el cariño y el respeto que este foro me permite, ese problema decía, lo tienes tú.

Un abrazo, amigo y compatriota.

Carlos

 

Jajajaaa. Gracias Carlos, si me permites te contesto brevemente con un refrán popular " Piensa el ladrón que todos son se su opinión..."

Un abrazo, estimado amigo.

 

Jajajajaj

Será porque ya no voto.

Si me permites, y al hilo de tu título para este poema, te contestaré con otro refrán: dime de qué presumes, y te diré de qué careces...

Abrazo, Paco.

 

De su condición, dice el refrán...

 

Refranes como panes, Paco.

Por cierto, y si un día me presento con dos cojones en Granada y voy al bar ese tuyo, ¿no me digas que encima no ibas a tener Cruzcampo especial de aquí de Sevilla?, y eso que vivo ahora en provincia de Huelva, pero es territorio Cruzcampo igualmente.

Abrazo

 

Jajajajajaaaa... Sí quizás carezca de muchas cosas y valores, que por supuesto, tú sí posees, pero la razón pondrá a cada uno en su sitio.
Un abrazo, amigo.

 

A mí ya me gustaría ir puesto más de una vez y de dos, pero tengo churumbel que vigilar, me tengo que joder.

El Tiempo, ese gran juez que todo lo dirime.

Mi lugar es un litro de cerveza.

Paco, no te enfades, que tú y yo tenemos ya una historia de enganchones neuróticos en este foro que no se los salta un gitano.

Yo no quiero ganar, solo congeniar.

Abrazo, amigo.

 

Finalmente, el proyecto del bar no prosperó por la situación pandémica, pero estaré encantado de invitarte a todas las cervezas que quieras.

 

Pues la has cagado, y no por lo del bar, sino por lo de las cervezas, porque de esas me bebo lo que no ha quedado todavía escrito.

Gracias, Paco.

Sabes que los dos somos españoles, aunque a algunos políticos no les guste que lo sepamos.

Un abrazo

 

Yo tengo amigos de todas las ideologías, y no tengo ningún problema en debatir con personas inteligentes.