Quiero cantarte una canción.

Quiero cantarte una canción, una canción que sea nuestra, que nos pertenezca y que nadie pueda robar. Con sus derechos de autor, sus letras y sus frases de amor a medio hacer. Que narre esa imagen que tengo en mente, tuya, bajo la perezosa luz del sol aquel domingo por la mañana. Los ojos cerrados, la sonrisa en los labios. No quiero que sea perfecta, y ni siquiera pretendo ponerla un fin; me basta con que la escuches las noches en las que mi rostro no se diferencia bien en tu memoria. Aun no se si será una balada, rock o incluso un tango. No se me ocurren los instrumentos que podrían acompañar a mi voz. Y no quiero que se convierta en un éxito mundial ni que se escuche en todas las listas de radio del pais, por que no busco que nadie a parte de ti se sienta identificado con ella.

Quiero cantarte una canción al oído, y que en cada estrofa pueda sentir como se te eriza la piel. Puedes mandarme callar cuando quieras con una patada, un beso, o un escupitajo. Te dejo que la uses de tono de llamada, y que te acuerdes de mí cada vez que sea otra la que te llame. También puedes optar por ponerla en el despertador, y así acabarla odiando tanto como a los lunes en los que te toca madrugar.

Quiero cantarte una canción indiscreta, en la que te sonrojes con las zonas picantes y sonrías con las que te hagan gracia. Una canción insoportable, dulce y nuestra. Quiero que te inspire cada verso, ya sea para bien, como para mal. Y no me importa que se la cantes al oído a otras, por que cuando te la regale, ya no me pertenecerá. Tal vez se convierta en tu arma de seducción más potente, o la guardes en un armario, bien adentro, justo debajo de la ropa interior. Y recuerda que no te pido una nota de agradecimiento, ni siquiera que simules que te gusta. Quiero cantarte una canción, sin ningún motivo y solo por que me da la gana.