Palestina

Me despierto de un sobre salto, tenia tanta sed que se me ahogaba la
garganta, sudaba tanto que las sabanas se me pegaban a la piel y el giro
sumamente lento del ventilador, mas la oscuridad absoluta me avisaba
que no hacia mucho rato había habido un corte de la energía
eléctrica.

Me levanté por un vaso de agua, aun soñoliento trato a tientas de
llegar al refrigerador, de forma mecanica meto la mano en la segunda
rendija, para tomar el vaso y la
jarra de agua que le hacia compañía, vierto el
liquido, disponiéndome a beber, al acercarla a mi nariz sentí un olor extraño, como
oxido, extrañado abro totalmente la puerta para exponerlo mejor a la luz, impresionándome porque sé que no disponía de energía eléctrica, miro el vaso y veo que es de
color oscuro lo que había dentro de el, lo huelo bien y me doy cuenta que
es sangre, profundizo mi mirada en la nevera, y veo esos cuerpecitos.

Eran niños , algunos tiroteados, otros asfixiados, otros decapitados, quemados
suelto el vaso, tiño el suelo, salgo corriendo, y como cual murciélago
salgo por la ventana volando y me refugio en el edificio mas alto que
había en la ciudad, cuando caigo en cuenta que había volado
literalmente sin alas, entendí que estaba soñando,
estimulé el despertarme, abrí los ojos, sudaba peor que la vez
anterior, el gran ventilador giraba en el techo con su marcha
habitual, miro el televisor y escucho un periodista que en vivo reporta
desde Palestina, sobre un bombardeo donde murieron mas de 45 niños en una escuela y
las imágenes mostradas eran las que estaban en mi nevera.

Dada la impotencia, apago el televisor, tomo posición
fetal y me pongo a llorar.