Ramón cara dura

Entre el hospital
Y la sepultura
Ramón cara dura
sufre una fiebre fatal

El espacio se achica,
el frío indolente se suda
oyendo los dichos de Buda
con temblores y ventisca.

Ramón cara dura se oye
morir sin morirse,
retorcido cual las lombrices
sueña espinacas y Popoyes

Por ser niño de pleitos
le apodaron cara dura,
su puñal en la cintura
ha parido muchos muertos

Su escuela fue la vida
su maestra la fiera calle
enseñándole maldad al detalle,
ahondando más esa herida.

Para qué sirve la razón
en la agonía y la prisión?
pues ninguna dará solución
al alma y al triste corazón.


Soñar es más fácil despierto
en la cama, que dormido
en la sala de espera, herido
de bala creyendo estar muerto.


Ramón cara dura
por no tener pelos en la lengua
como el águila que ve a leguas
así se expresó, sin cordura,
mas era su voz verdad pura.


Hay dos cosas tan parecidas:
el llanto de un niño por pan
y el de un hombre al oír el can
del arma que le hizo la herida.

Soy hijo único del hambre!
exclamó Ramón al aire,
y padre de nadie que me mire
en mi lecho, corre mi sangre

y corren mis lágrimas aún más
al ver cuán paciente se debe ser
en un hospital o en un cuartel
sin abogado o doctor, sin paz.

Ramón cara dura,
analfabeta de profesión;
viviendo la alegoría de Platón:
por las imágenes y la cordura.

cuando el astro se levanta
sobre las montañas blancas,
ilumina las cienes mansas
con la idea pueril y santa.

Ramón cara dura,
su rostro tan añejo
como el dicho más viejo:
la verdad se vuelve locura

 

Lexema que bonita historia tan bien contada con tanto mensaje de una vida dura y empinada
Un placer de lectura y un buen trabajo
Un abrazo

 

Una historia, realmente excepcional... en una entrega poética que ha luchado por cumplir por entregar un mensaje de vida; profundo y lleno de esa realidad que envuelve a nuestros tiempos. "Ramón cara dura", simboliza entonces (más allá del vínculo personal del que escribe" a todos esos pibes que rondan las calles en las grandes ciudades... y ven, y buscan cómo subsistir y salir de su indigencia, en una sociedad realmente indiferente y cruda. Es también el espíritu de todos aquellos huérfanos que pululan como zombies por los alrededores de los barrios marginales; en donde se aprende a delinquir desde tan pequeños, porque ese es lo que ellos ven y aprenden en las calles.. y porque la mayoría proviene de un hogar terrible y disfuncional. Interpretar este poema, estimado Lex, da por los menos para mucho... pero para mucho más. Ese es su valor intrínseco. Un bello y profundo trabajo, por el cual no me queda nada más que felicitarte compañero.
Tu amigo:

 

Atinas en tu magistral aporte a estas humildes letras. La hegemonía familiar una vez perdida, causa estragos en torno a la sociedad y los que la componen.

Gracias por tu análisis y aportes
Gusto verte bien por estos lares.

 

Muchas gracias por estar y por compartir.

 

Remembranzas del nacimiento de una bella amistad. Recorriendo mis huellas. Leyendo la gracia en su pluma