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Rancho de sierra

Tema en 'Poemas Melancólicos (Tristes)' comenzado por malcolm, 16 de Diciembre de 2018. Respuestas: 0 | Visitas: 228

  1. malcolm

    malcolm Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    14 de Octubre de 2005
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    Con un techo de rama fina y seca paja.
    Y un profundo aljibe de agua, sin tapa.
    Tiene paredes de madera, palos y abobe,
    Con mesón al medio, de un viejo roble.

    La puerta que se volvió ruidosa y chueca,
    y al lado, siempre montón de leña seca,
    Apenas cuatro vidrios para la ventana,
    dejara entrar calor de sol, y su luz lejana.

    En un rincón, un mueble, catre y colchas.
    Mas allá se ve la fusta, taba y unas bochas.
    La pequeña lampara de petroleo colgando.
    En la mesa, pan y jarra de yerba filtrado.

    Eran tres sillas junto al mesón y sobraban.
    El naipe y cuenco con porotos no faltaba.
    Un baúl con artículos básicos, elementales.
    Y algunas frutas, arrancadas de los frutales.

    Adentro, el rancho no tiene mas que eso.
    A las afuera, se le ven los troncos gruesos.
    Que le sostiene a un corto y ligero alero,
    de paja atada, con algún que otro gotero.

    A un lado, brasero con la pava ennegrecida.
    Macetas de madera con plantas florecidas,
    que a un rancho gris, le daba poco de color.
    Aunque pobre mi rancho, jamas me dio pudor

    El palenque, va firme plantado a un lado.
    Y en el bajo, el bebedero esta clavado.
    A unos metros una vieja carreta sin uso,
    atada con soga tiento, por si un intruso.

    El árbol de hojas, tanto chicas o grandes,
    Da mucha sombra, la que usted demande.
    Pero no es ombú, tampoco es un paraíso,
    Sino que tenía, un amigable sauce petiso.

    El fresco arroyo esta apenas a unos pasos.
    No se le ve un pez, bueno, quizá escasos.
    Tiene el agua clara, pero de escasa pesca.
    Si bien es lo contrario, de lo que parezca.

    Lleva un puente, hecho de troncos caídos.
    con gruesos puntales viejos, casi molidos.
    Tiene apenas par de postes en las puntas,
    de solo verlo, pensar cruzar ya me asusta.

    Aun se nota, tenia un perro de los grande.
    Era bueno, para que los extraños espante.
    Había también algunos animales de granja,
    se nota el corral, de piedras y con una zanja.

    El pueblo mas cercano estaba a dos leguas.
    Para llegarse, había que cinchar la yegua.
    Se compraba para volver muy pocas veces.
    Vituallas, y algún gustito, que uno merece.

    Fue muy bueno recordar aquel rancho mío.
    Época de carencias, pero no sentía el frío.
    Quizá por la juventud, fue entusiasmo puro.
    Daba igual verano, o en algún invierno duro.

    Cuando vuelvo a verlo después de los años.
    En este lindo lugar, no me siento unextraño.
    Si hasta se disfrutaba aquello de tener poco.
    Hoy veo, se tiene de todo, y se disfruta poco.

    Y mas que el tiempo haya hecho de las suyas.
    Reconozco que no hay urbe que lo sustituya.
    Entonces, cada vez que puedo voy a ese lugar.
    diciéndole, de por vida, no lo voy a olvidar.

    malcolm
     
    #1

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