Rasgos de dolor, el torso de ti

Estoy, estoy a un paso
de recuperarte.

He de juntar toda la arena
que de tu cuerpo se desprende,
y a cada labio le extraeré
el último sonido de tu lengua.

Estoy a un paso de empezar
a dar saltos en los cactus
para darle voz
-con gritos de Monaluisa-
a tus versos taciturnos.

El dolor me muerde
El dolor me quita las palabras
Y me hace ver pájaros donde abundan buitres.

Las alas nos cortaron y las cosieron en tinta invisible.

Es infinito el dolor que contiene estas letras
y no logras verlas,
la culpa es de ellas, porque parecieran sonreír,
o simular una carcajada silente;
y mis letras lloran sin coherencia para reanudar
un punto torcido en un camino movedizo.

Estoy a un paso
de tenerte, de tenerte;
me muerdo el puño para ahogar el grito de felicidad
cuando renazcas en la grieta azul
de un cuadro de luz fluorescente.

Los ojos de neón se zambullen
en el omnipresente Prozac.


Sara Montaño
Derechos Reservados

 

hermoso escrito...solo eso diré...GENIAL!

 

Una ultima estación
y el paradero final,
quizá ni baje mi corazón
y aparezca tú, en inicial.



La apertura desencadena muchas emociones, el transitar va dejando perfumadas imágenes, para mostrarnos un final que se enciende y se ilumina. Mis sinceras felicitaciones poetisa.