Recordando desencantos

Vivo de recuerdos idealizados
que nunca alcanzaron su culmen,
y mientras más evoco experiencias
pasadas, más me aterro y maldigo
a mi memoria infectada de alegría.

Te he hecho sentir más persona
de lo que eres.
Te he dado más amor del que
podría almacenar, y ahora
vuelves la cara escondiendo tu gratitud.

¿De qué te arrepientes?
¿De que yo te haya admirado
o de que tú me hayas querido?
Ninguna respuesta es válida para
dilucidar esta efímera línea que
separa el caos racional del orden
asimétricamente construido.

En mis sentimientos, hay una tormenta
de mareas y volcanes, de despedidas
y comienzos prolongados.

Alea iacta est, desde el génesis
de nuestro tiempo fue pronunciado
y cuando consigo la victoria caen
los muros sobre un cadáver que
no es mío, rompiendo una ilusión
que jamás salió del campo de las ideas.

¿Para qué navegar ahora que mi río
de lágrimas empieza a solidificarse
convirtiéndose en un manantial
de amarga sal?

Debí conocer mis debilidades
antes de enfrentarme a tan
arduos sentimientos.

Ahora muero en silencio, y
contemplo como mi rendición
hubiera sido más efectiva que
vagar recordando desencantos.

 

Muy bello en su idea y en su desarrollo, los recuerdos son difíciles de borrar, quizás el tiempo ayude, poema intenso en sus sentimientos muy bellamente escrito amiga dark-maiden. Me ha gustado mucho. Abrazote vuela. Paco.

 

Me alegro mucho de que te haya gustado.
Un saludo Paco.

 

Excelente, llegaste a mover fibras en mi que hace tiempo estaban dormidas... Un Abrazo

 

El desencanto hace que pensemos que nuestra esperanza se difumine, no encontrando ese auxilio tan reclamado por nuestras ansias de vivir.
Muchísimas gracias por su mensaje.
Un saludo.

 

No sabes lo que me alegra leer comentarios como éste.
Muchísimas gracias de todo corazón.
Un saludo y un abrazo.

 

Los imágenes que a veces nos persiguen son el recordatorio de que al menos, para una de las partes, los momentos compartidos fueron verdaderos y significativos. Saludos cordiales para ti Dark-maiden

 

Sin duda, fueron momentos muy gratificantes que ya no van a volver y de ahí el desencanto ante una vida acostumbrada a arrebatarnos lo más preciado.
Muchas gracias por leer mi poema.
Un saludo.