¿Recuerdas nuestra promesa?

El atardecer era gris
la brisa calida bañaba
nuestros enternecidos rostros
mientras miraba el iris
de tus ojos bajo la luna,
compartiendo deseos los cuerpos,
seducian nuestra promesa,
¿la recuerdas amor?, la recuerdas...

No me llenes de dolor
de inconstancia benevola,
te alejaste de aquel
que hasta hoy te venera
sé que siempre te fue fiel,
pero dime, ¿por qué te fuieste?

Las horas besan el tiempo
en el pasado de tu presente partida
dime, ¿por que mueren las rosas?
dime, ¿por que tienen espinas?
este dolor se me hace eterno
más aún, que no seras mia
y era iluminar tu amor bendito
el lugar que besaba tus rodillas
¿de que sirve recodar me dijiste?
cerrando la puerta tras tu partida,
la sangre se resbalaba de los labios
la garganta un nudo, ¿que tempestiva?
el estiramiento, sin murmullos, ni jadeos,
y aun caliente sobre la mesa,
tres palabras sobre su conciencia palpitan,
¿recuerdas nuestra promesa?
dices, ya muy fria,
¿para que una respuesta sin vida?

 

ta bueno emmanuel; se suelta con un ritmo y una lucides; pero las figuras de repente se tornan muy básicas y el final no me gustó del todo. Un saludo.